Feliz, emocionada y menos tímida a la hora de reírse. Así se ha visto este fin de semana a Athina Roussel en Argentina durante su participación en el Concurso Internacional de Saltos Hípicos CSIO-W Haras El Capricho y eso que no ha faltado quien ha recordado que esta es la primera vez que Athina viaja al país en el que, en 1988, fallecía su madre, Cristina Onassis. Esta ha sido su última competición hípica antes de su próxima boda, que tendrá lugar el próximo tres de diciembre, y como siempre desde hace tres años, Athina ha tenido a su lado a su novio, Doda Miranda, un renombrado jinete brasileño que también ha tomado parte en la misma competición, aunque en distintas categorías, como es lógico.
La joven Onassis y su prometido viajaron desde Brasil con Vivianne, la hija de Doda, y han pasado la mayor parte del tiempo en El Capricho, donde se disputaba la competición. Juntos recorrieron el circuito antes de sus respectivas participaciones y observaron el cuadro de intervenciones. Como dos enamorados, se han reservado casi todos los momentos para ellos solos. Desde la grada, observando sus actuaciones y comentando después las incidencias. Parecían ajenos y centrados únicamente en el concurso hípico cuando lo cierto es que Athina ha llevado personalmente todos los preparativos del enlace que reunirá a setecientos cincuenta invitados en la Fundación María Luisa y Óscar Americano de Sao Paulo dentro de once días.
Por su forma de comportarse, resulta evidente que a Athina le sigue resultando incómodo ser el centro de atención pero también que no le importa demostrar ante todos lo feliz que es con Doda. Él es su gran apoyo y su mejor amigo, inseparables desde que en agosto del año 2002 se encontraran.
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