—La hemos estrenado este año, y de la decoración se ha encargado Virginia. Ella llegó antes que yo a Venezuela y lo fue preparando todo para cuando yo viniese, después de terminar la temporada taurina en España.
¿Consideras ya Venezuela como tu segundo país?
—Sí; además, mi mujer es venezolana y mi hijo es mitad español y mitad venezolano.
¿Vas a traer a tu hija, Alba, para que conozca la casa?
—Claro que sí, pero un poquito más adelante, cuando los niños sean un poco más mayores.
'Una Maravilla'
¿Cómo es la relación de Alba con su hermano, Manolito?
—Una maravilla. Alba quiere mucho a su hermanito y juega mucho con él.
José Luis Martín Berrocal, abuelo materno de tu hija, ha sido operado recientemente.¿Has permanecido en contacto con la familia para interesarte por su estado de salud? ¿Le has llamado por teléfono tras abandonar el hospital?
—Por supuesto que sí, y le he deseado lo mejor. Me alegré mucho de que abandonase el hospital y que todo haya quedado en un susto.
Cada vez pasas más largas temporadas en tierras americanas y en especial en Venezuela. ¿Cuál es tu próximo compromiso en los ruedos?
—Torearé en la feria de Mérida, en Venezuela, en el mes de febrero. Aquí arrancará mi temporada en dos mil cinco.
'Echo mucho de menos a mi hija'
¿Cómo y dónde vas a pasar las Navidades y el Año Nuevo?
—Este año las vamos a pasar en Valencia (Venezuela) con la familia de mi mujer y con mi madre, que me la he traído en este viaje.
¿Este año son más especiales por la incorporación de un nuevo miembro a ella, tu hijo?
—Por supuesto, aunque echo mucho de menos a Alba. De cualquier manera, estoy en permanente contacto telefónico con mi hija y hablo todos los días con ella.
