Julián Contreras Junior se sincera cuando están a punto de cumplirse dos meses de la muerte de su madre

Por hola.com
- ¿Cómo recibiste la noticia de su muerte?
Mi padre y yo habíamos comprado un cupón de lotería y hacíamos la gracia de que nos iba a tocar. Escucho que mi padre se levanta y escucho la voz de Fabio muy agitado diciendo que lo llame. Yo, dormido aún, pensé que sería por el cupón de lotería. Entonces mi padre recibe la noticia y se acerca a mí y me dice: ‘ha pasado lo que temíamos que podía pasar’. Automáticamente rompo a llorar sin consuelo alguno.

- ¿Cuál ha sido la causa de su muerte?
Un infarto es lo que sé, cosa que corrobora el forense. Hasta el tanatorio no fui capaz de enterarme de lo que había ocurrido.

- ¿Con todas las cosas que se han dicho, en algún momento de planteaste la posibilidad del suicidio?
Jamás. Mi madre ha vivido como ella ha querido y como le ha dado la gana, pero un suicidio nunca, porque a mi madre le encantaba vivir.

¿Qué ocurría con ella que temíais que podía pasar?
No era algo concreto, sino que el tiempo corre y cuando una persona está enferma el tiempo también corre. Estaba muy ilusionada trabajando y este un poco despistada con sus dependencias médicas. Mi madre estaba enferma y se murió enferma. Su muerte fue algo temido, pero no esperado.

- ¿Tu madre tuvo malas compañías?
Esas malas compañías no tienen nombre, tienen momentos en su vida. La mejor compañía del mundo, puede ser la peor en determinado momento.

- José Manuel Otero, Ernesto Neyra, Manolo Medina y Lara Rodríguez ¿Qué opinas de ellos?
La palabra demencia todos la comparten, me parece abominable hablar de una persona fallecida. Ninguna ha tenido la decencia de desaparecer de los medios tras a muerte de mi madre.

- ¿Qué pasa con tu hermano cuando coincides con él en el AVE?
Se ha criticado lo que ha dicho mi padre y es lo que hubiera dicho yo. A Francisco me une un vínculo fuerte es que la fraternidad, como con Cayetano. Con mi hermano Cayetano tengo relación, pero con Francisco por diversos motivos no tengo trato. Cuando llegué al Ave eso era un hervidero y cuando entro veo que sube mi hermano con un chico. Le vi, le doy dos besos y mi padre también la saluda. Me preguntó qué tal y le dije que mal, muy triste. Hablamos a la entrada del vagón y luego venía a decirnos cómo evolucionaban las cosas. No ha mal rollo entre ambos, simplemente no hay rollo.

¿Qué ocurrió después?
Me fui a casa de mi padre y luego me reuní con mis hermanos en casa de Curro Vázquez para hablar de qué íbamos a hacer con nuestra madre. No pasó nada más allí como se ha apuntado.