La rusa Anna Kournikova vuelve a ser noticia por algo que no tiene nada que ver con lo deportivo. Según varias publicaciones, sus padres le habrían puesto una demandada al ser expulsados de la casa cuya propiedad compartían los tres en Miami. Sergei y Alla reclaman la partición de la mansión (de seis o siete habitaciones) o una indemnización de ese espacio, tasado hace cuatro años en cinco millones de dólares. Algunos conocidos de la familia ya vaticinaban un enfrentamiento de estas características, dado el control que Alla, la madre de Anna, mantenía sobre su hija. Estas mismas fuentes comentan que por fin la tenista habría decidido buscar un poco de independencia.
Alejada del tenis La demanda cogió a la bella rusa en Asia acompañando a su novio, Enrique Iglesias, en su gira y su apoderado, David Schwab, informó ayer de que no estaba enterado de la demanda y no hizo comentarios al respecto. Tratándose de dinero, la solución no supondría un problema porque los ingresos de la Kournikova han ido aumentando gracias a su faceta como modelo y protagonista de campañas publicitarias mundialmente conocidas.
Entre sus últimos trabajos, están la aparición este verano en el número especial de bañadores de la revista Sports Illustrated, su colaboración en la entrega de los World Music Awards, su presencia en la apertura del mercado Nasdaq o su labor como comentarista en la cadena americana USA Network. Actividades todas ellas muy alejadas de la competición tenística, en la que no participa desde hace más de un año debido a varias lesiones.
