Flavio Briatore, el soltero de oro

Por hola.com

Y a Flavio se le ilumina la mirada sólo de pensarlo, porque ya casi tiene las tres cosas necesarias para ganar: un buen corredor, un buen momento y un buen coche. El resto, el «show», viene solo, ya que la Fórmula 1 de por sí es el espectáculo. «Apenas un uno por ciento de los que van a un circuito entienden lo que es "control de tracción". Ni lo entienden ni les importa. Van por el espectáculo. Dos coches compitiendo a la velocidad que despegan los aviones. Dos corredores luchando por la "pole position ". Es un sueño al que se enganchan 300 millones de espectadores en todo el mundo. Un sueño al que nosotros estamos contribuyendo y en el que por primera vez un español tiene posibilidades de ser campeón del mundo».

No es «pasión de padre» lo que hace hablar así a FB, sino que las posibilidades están ahí. Porque, además de las cualidades antes mencionadas, hay en él un par de detalles que le distinguen. Primero, Alonso tiene veintiún años —es decir, tiempo por delante —,y segundo, algo que no siempre ocurre, complicidad y compañerismo con el otro piloto de la escudería, Jarno Trulli. Tradicionalmente, los dos conductores estrella tienen el mismo coche. Mejor dicho, dos coches iguales. Mismo chasis, idéntico motor. Y corren en los mismos campeonatos. Es decir, hay competencia dentro de la propia casa. No en Renault. En lugar de peleas, silencios, envidias y malas caras, hay espíritu de equipo, y la mirada de todos, puesta en la meta.

«Un chaval como Alonso es perfecto. Trabaja duro. Dice a todo que sí. Nunca se queja, y eso es muy bueno porque motiva al equipo. Además, se lleva fantástico con Trulli, así que tenemos esa situación ideal en la que el mecánico de Fernando, en lugar de esconder sus secretos, los comparte con el mecánico de Jarno y viceversa. Así es como yo creo que debe funcionar una empresa: personal capacitado, orientado hacia un fin, con unas condiciones de trabajo agradables, en las que cada uno tome responsablemente sus propias decisiones".