—¿En qué consiste tu función como embajadora? —Seré responsable de trabajar con los medios de comunicación de todo el mundo para generar un mejor entendimiento y aceptación del sida y del HIV y de su prevención. De esta manera, pretendo aumentar el entendimiento sobre la enfermedad, sus causas y sus tratamientos, así como conseguir fondos y recursos para las organizaciones clave que luchan contra la enfermedad. —¿Qué hacías antes de ser elegida? —Trabajaba en la producción televisiva. Cuando termine mi reinado haré un «master» en Ingeniería Medioambiental para poder trabajar algún día en el Centro de Investigación del Instituto Smithsonian y tener la oportunidad de educar a la gente sobre la protección del planeta. —¿Qué es lo que más te gusta de ser «Miss Universo»? —El poder traer sonrisas a mucha gente con mis actividades benéficas. El ser útil y poder utilizar la atención que me prestan los medios de comunicación para ello. Mientras fui «Miss Panamá» trabajé para Casa Esperanza, una organización panameña que recoge niños de las calles y los mete en colegios. —¿Cómo es tu familia? —Mi padre es ingeniero y trabaja para la Autoridad del Canal de Panamá, y soy la hermana mayor de dos hermanos a los que adoro, y que tienen doce y catorce años, respectivamente. Somos una familia muy unida y siempre me han apoyado. Competí en natación, baloncesto y balonvolea y siempre estaban allí para animarme. —¿Cuáles son tus aficiones? —Tengo poco tiempo para practicarlas, pero me encantan la cocina «gourmet»,el ballet, el claqué, la salsa y leer. —¿Y de amores? —Tengo una relación que ya dura un tiempo. Mi novio es panameño y reside en Washington. Lamentablemente nos vemos poco, al vivir yo en Nueva York y estar la mayor parte del tiempo viajando. Pero nos adoramos y la relación está ya muy consolidada. —¿Qué impresiones te llevas de Madrid? —Me ha fascinado y espero regresar, porque la visita ha sido muy breve. He comprado un excelente aceite de oliva virgen extra y algo de cerámica, que me parece preciosa. —Muchísima suerte y gracias. —Ha sido todo un placer porque ¡HOLA! es una de las revistas favoritas en mi país.
