XVIII aniversario de la muerte de Francisco Rivera, 'Paquirri'

Por hola.com

El fatídico 26 de septiembre de 1984 un toro de la ganadería de Sayalero y Bandrés, de nombre ‘Avispado', causaba la muerte a Francisco Rivera 'Paquirri' en la plaza de toros de Pozoblanco. Con tan sólo 36 años y dejando sumidos en la más profunda tristeza a los dos hijos de su primera esposa, Carmen Ordóñez, su entonces mujer, Isabel Pantoja y el hijo de ambos, Francisco José, ‘Paquirri’ nos dijo adiós en la misma plaza que hoy, dieciocho años después, su hijo torero, Francisco Rivera Ordóñez, se vuelve a vestir de luces para reinagurar la plaza de Pozoblanco.

Dieciocho años después de tomar la alternativa -en la que también fue gravemente herido en su primer toro como matador-, ‘Paquirri’ se disponía a culminar la temporada con una corrida de toros celebrada en el coso cordobés, plaza que poco después se teñiría de tragedia con la muerte de la máxima figura del toreo de la época: Francisco Rivera Pérez.

Sus últimas palabras
"Doctor, la cornada es fuerte. Tiene al menos dos trayectorias: una pacá y otra pallá. Abra todo lo que tenga que abrir. Lo demás está en sus manos. Ahora tranquilo y sólo le pido un vaso de agua para enjuagarme la boca", estas fueron las últimas palabras de Francisco Rivera ‘Paquirri’. Nada más sufrir la cogida, el diestro gaditano fue trasladado en una ambulancia al hospital de Córdoba para que le interviniera el doctor Ramón Vila, pero la gravedad de la cornada y la hemorragia que sufría no permitieron que llegara a su destino. Paquirri murió desangrado en una ambulancia. Hoy sus restos mortales descansan al lado de la tumba de Joselito "El Gallo" en el cementerio de San Fernando, de Sevilla.

El 'cartel maldito'
El Yiyo y el Soro completaban la terna de aquel 26 de septiembre, un cartel que ha pasado a la historia como ‘maldito’ ya que un año después de la tragedia, a El Yiyo le mató un toro, el propietario de la ganadería era asesinado unos años más tarde y por último, El Soro, el tercer espada de esa tarde de septiembre, anda con muletas y no ha podido volver a pisar una plaza de toros.