Se llama Erika Harols, tiene 22 años, es cantante de ópera, graduada por la universidad de Illinois, futura estudiante de la prestigiosa facultad de Derecho de Harvard y, además, Miss América 2003. Con su nombramiento, este prestigioso concurso de belleza quiere demostrar que no sólo busca mujeres de medidas perfectas y rasgos atractivos, sino también cultas, inteligentes y comprometidas.
Erika, Miss Illinois, cumplió su sueño el pasado sábado, cuando la anterior Miss América, Katie Harman, la coronó al final del espléndido espectáculo celebrado en Atlantic City. Su camino hacia el título comenzó hace cuatro años cuando, a los 18, se presentó por primera vez al certamen Miss Illinois.
Fueron necesarios hasta tres intentos para que Erika se proclamara la más bella de Illinois y, mientras tanto, no descuidó su formación académica en la universidad de su estado así como su gran vocación, la música. De hecho, sus cualidades como cantante quedaron sobradamente demostradas durante la celebración de la gala final de Miss America donde interpretó una habanera y un aria de la ópera Carmen
Tras resultar vencedora, la nueva Miss América sorprendió, asimismo, con un discurso nada usual: se comprometió a ayudar a los niños que son acosados e intimidados lo que, según manifestó, ella sufrió en su infancia. " Quiero - dijo Erika- que los niños puedan romper la cultura del silencio que hace a los niños sentir avergonzados".
Los cerca de 50.000 euros en becas de estudios que ha conseguido como premio los destinará a su matrícula en la facultad de Derecho de Harvard donde ya ha sido admitida aunque de momento deberá posponer los estudios debido a sus compromisos como Miss América.
La exótica belleza de Erika representa, también, a las distintas etnias que conviven en Estados Unidos. Su padre, Robert Harold, tiene antecedentes griegos, alemanes, galeses e ingleses mientas que su madre, Donna-Tanner Harold, tiene sangre india, negra y rusa.
