La pareja se dio el sí quiero definitivo en una ceremonia íntima y familiar en la que María Teresa Rivera, madre del novio, y Alfonso Castillo, hermano de la novia, actuaron como padrinos.
El vestido de la novia
La novia lució un elegante vestido en blanco roto con brocados en tonos champagne en la cinturilla y en los puños. Mara optó por el clásico velo en tul de seda a tono con el vestido para la ocasión y unos pendientes largos de brillantes en forma de racimo.
Pablo optó por el tradicional chaqué negro combinado con pantalones grises de raya diplomática, chaleco en tono marfil y corbata azul con topos en blanco. Su madre, Teresa Rivero, lució con elegancia la clásica mantilla negra junto a un favorecedor vestido azul brillante con brocados en tonos marfil en puños y cinturilla.
El cortejo nupcial estuvo formado por cinco pajecillos, los más pequeños de la familia, que lucían unos juveniles y veraniegos trajes fucsias combinado con verde manzana en cinturillas y con unas coronas verdes de estilo hawaiano.