MAPI GALÁN: 'NO SOY DE LOS QUE VUELVEN SIEMPRE A CASA POR NAVIDAD, HE PASADO MUCHAS LEJOS DE MI FAMILIA

Por hola.com

Nació en El Bierzo y lleva recorrido medio mundo, viviendo temporadas en Francia, Italia, Inglaterra, Alemania… Tras cumplir los dieciséis años empezó a hacer pequeños papeles en el cine y, de pronto, se marchó al extranjero, donde ha protagonizado diez de las veintidós películas que lleva hechas.

No es profeta en su tierra -tampoco le quita el sueño no serlo-, pero sí le gusta, como a todo el mundo, que su trabajo sea reconocido. "Como actriz, a todas nos gustaría ser conocidas lo más posible en todas partes. Pero yo me he pasado ocho años fuera de España y, en consecuencia, no puedo, ni quiero, ni debo, quejarme", afirma la guapa actriz.

Mapi Galán ha trabajado junto a Joaquín de Almeida en Elles y Rom Perlman en La ciudad de los niños perdidos. También se ha asomado a la pequeña pantalla, en la serie Médico de familia, donde hacía el papel de jefa de Emilio Aragón. Sin embargo, en estos momentos, el papel por el que más se le identifica en nuestro país es el de Sonia Segura, la malvada abogada de la serie La ley y la vida.

La bella actriz ha decidido pasar las Navidades de 2000, a diferencia de años anteriores, en compañía de los suyos, al calor familiar. "Este año me quedaré en Ponferrada, pero he pasado muchas Navidades en el extranjero. Y es curioso, me encanta pasar la Navidad en lugares donde hay calor. Por ejemplo, he pasado algunas en México o en la India. Y es bonito estar en una playa y, de pronto, pensar: hoy es nochebuena. Y llamar después a tu familia", comenta Mapi.

La joven intérprete siente que parte de sus raíces las tiene en Madrid y "de Ponferrada debo reconocer que me tira más la gente que la tierra", señala. "Sobre todo me siento ciudadana del mundo. Lo más importante para mí es poder encontrar gente maravillosa en todas las partes del mundo. Eso enriquece mucho", matiza Mapi Galán.

La protagonista de La ley y la vida nunca ha pasado estas fiestas sola. Siempre ha tenido gente con quien compartir estos días tan especiales, pero eso no ha evitado que en ciertas ocasiones haya sentido que la tristeza la embargaba. "A veces he pasado la Navidad rodeada de una cierta melancolía, aunque la melancolía es también, al menos para mí, un ingrediente de la Navidad".