La doctora Nélida Grande Mieza, cirujano plástico y Vicepresidenta de Cirugía Estética de SECPRE, y la doctora Maritina Martínez Lara, cirujano plástico y Vocal de Ética e Intrusión de SECPRE, nos resumen las que son las cirugías más habituales que se llevan a cabo tras una gran pérdida de peso. Así, nos explican que sin duda la más demandada es la cirugía de elevación mamaria o mastopexia, seguida por la del abdomen o abdominoplastia.
Mastopexias
Mastopexia significa elevación mamaria, la corrección del pecho caído. El pecho es casi lo que más se daña o perjudica con los cambios de peso, incluso los de pocos kilos. "Cada vez vemos en las consultas más chicas con veintipocos años con el pecho caído cuya corrección pasaría por una mastopexia, aunque realizamos mastopexias desde estas edades hasta en pacientes de más de sesenta años, pues a veces el descolgamiento va mucho más allá de la estética, causando importantes problemas funcionales", nos cuentan.
Esta intervención requiere cicatrices, pues conlleva resecar piel (y a veces también tejido mamario) para elevar la areola, estrechar o reconformar la mama, recoger la glándula descolgada. Nos indican que las cicatrices en casos muy muy pequeños podrían ser periareolares. pero lo habitual es que también sean verticales e incluso horizontales a modo de una T invertida, en función del exceso tisular. Muchas veces se asocian con implantes mamarios, en el caso de que se quiera añadir volumen o para mejorar la forma si hay mucha ptosis (caída, descenso). Si el pecho está muy descolgado y pesa, es buena idea reducir glándula, aunque suponga asociar implantes. Hay varias opciones que deben barajarse con cada paciente.
“Me gustaría dejar claro que ninguna cirugía de mastopexia va a evitar que en el futuro no pueda volver a descender la mama. Los resultados durarán mas o menos en virtud de la calidad de los tejidos en esa paciente, de la cantidad de glándula que tenga, de la edad, de los cambios corporales…. La variabilidad es tremenda, pero la ley de la gravedad es universal. Las pacientes tienen que cuidarse y evitar seguir teniendo cambios de peso. Y nunca nos cansaremos de recordar que, en caso de poner implantes mamarios, éstos deben revisarse periódicamente, y no olvidar que nada es para siempre, tampoco las prótesis, con lo que en algún momento precisarán recambiarse”, apunta la doctora Martínez Lara.
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