Te miras al espejo y ahí están, parecen inamovibles. Hablamos de las ojeras, un problema estético. Pero, ¿solo estético? ¿O puede esconder algún problema de salud? Lo primero que tenemos que hacer es buscar las causas más habituales de la aparición de estas manchas generalmente oscuras, en la zona baja de nuestros ojos. La doctora Carmen Arsuaga, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, habla de los principales motivos de su aparición en función de sus características. “En la aparición de las ojeras generalmente existe un componente multifactorial, aunque según el tipo de ojera puede predominar una u otra causa”, nos dice.
-En las ojeras pigmentadas, oscuras, ocurre un mayor depósito de melanina, que puede ser de origen genético, o también por pigmentación postinflamatoria debido a eccemas, a alergia a cosméticos aplicados en esa zona, a tic de frotación…
-En las ojeras hundidas, deprimidas, lo que ha ocurrido es que con el envejecimiento, la piel se vuelve más fina y la grasa se atrofia y se desplaza. También puede agravarse por cierto grado de deshidratación.
-En las ojeras azules, violáceas, lo que encontramos es una congestión vascular en esa zona, con vasos dilatados. Sobre todo, en personas con anemia, fumadores... A partir de cierta edad, además como la piel se hace más fina se transparenta esta vascularización.
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