No podemos negar que últimamente, la salud mental ha cobrado protagonismo. Es una buena noticia. Parece que, poco a poco, nos vamos dando cuenta de que, de la misma forma que cuidamos nuestra salud física, y acudimos al médico cuando consideramos que lo necesitamos, también hay que vigilar el estado de nuestra mente. Y más aún después de estos dos años intensos, complicados, llenos de miedos e incertidumbres, que han hecho mella en muchos de nosotros.

Por eso, no está de más plantearnos este objetivo para el recién estrenado 2022. Es más, los expertos van más allá: “Cuidar la salud mental no debería ser un propósito de año nuevo, debería ser un propósito vital”. Así de contundente se muestra Raquel Quintana Rivero, psicóloga de la Clínica López Ibor, quien considera que es mejor detenerse a reflexionar acerca de tu bienestar o malestar en estos momentos y planifica ir a un psicólogo si lo consideras. “Parece que los propósitos de año nuevo están para incumplirlos, pasan a ser despropósitos de año nuevo. Por ello, no lo convirtamos en un despropósito de año nuevo, si no en un propósito para nuestra vida, mediante el cual busquemos tener buena salud mental para poder disfrutar de la vida. Por qué no reflexionar acerca de esto y acompañarlo con una acción, que es la de pedir ayuda si la necesitamos”, recomienda.

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Más importancia a la salud mental

Le preguntamos a la experta si considera que, por fin, estamos empezando a dar más importancia a la salud mental. “Mi opinión es que aún queda mucho camino por recorrer. El avance es que, actualmente, cada vez más personas se plantean la existencia del concepto de salud mental y la situación de pandemia ha sacado a relucir numerosos casos de ansiedad y depresión. Pero, igualmente, aún parece que hay que esconder que acudes a un psicólogo o que estás en tratamiento psicológico. Seguimos con estigmas como, entre otros, que una persona fuerte es una persona que no necesita pedir ayuda ni ir a un psicólogo. Cumplirá ese alter ego de “fuerte”, pero el problema seguirá estando y le seguirá afectando”, nos explica.

Por eso, la psicóloga lo tiene claro: “Considero que toda la población debería replantearse la importancia de la salud mental, desde la persona que duda si ir o no, hasta el político que no pone más facilidades a los ciudadanos para ello. Puede que ya vaya siendo hora de darle importancia a la salud mental, tal y como hacéis en este medio, junto con otros. Se agradece que podáis dar este espacio a algo tan relevante como es el bienestar y lo que engloba la salud mental”.

Consejos para afrontar el año con mejor salud mental

Partiendo de esta base, le planteamos a la experta qué consejos nos daría para cumplir ese propósito, para conseguir afrontar el año con mejor salud mental.  Y la psicóloga nos las resume en las siguientes:

-La más importante: aprende a pedir ayuda, acude a un psicólogo si tienes algo que te está generando malestar. En la vida tendremos situaciones agradables y desagradables, y tendremos que aprender a aceptarlas, afrontarlas o gestionarlas, pero si sientes que una situación te está sobrepasando y necesitas ayuda profesional, no dudes en ponerte en contacto con un psicólogo.

-Sé consciente de tus emociones, escúchalas y aprende a regularlas. Toda emoción viene a decirnos algo. Párate mientras lees este artículo a pensar en cómo te sientes, qué situaciones agradables y desagradables estás viviendo y cómo te hacen sentir. Muchas personas no se paran a meditar que tienen emociones y no saben reconocer cuáles son las que están experimentando, y esto puede afectar a nuestra salud. Está demostrado científicamente que aquellas personas que son conscientes de sus emociones gestionan mejor sus pensamientos y conductas.

-Defiende tus derechos respetando los del otro. Defiende tu derecho a que te traten bien, defiende tu derecho a tener tus propias opiniones y valores, derecho a cambiar de opinión o idea, derecho a decir “no”, derecho a expresar tus sentimientos, derecho a pedir ayuda, contemplando estos derechos también en los demás.

-Haz alguna actividad placentera. Cuidado con caer en un círculo en el que te levantas, trabajas y te acuestas. Sal de ese círculo y haz algo que sea gratificante para ti ese día.

-Busca tu desarrollo personal: busca motivaciones, ponte objetivos y metas.

-Descansa, haz ejercicio y come de forma saludable en la medida de lo posible, vela siempre por tu salud. Hoy en día tenemos a nuestro alcance profesionales que nos pueden ayudar a alcanzar una vida equilibrada. Aprovechémoslo.

-Haz vida social y mantente en contacto con tus amigos, familia y otras personas.

La importancia de buscar ayuda

La experta destaca, por lo tanto, la importancia de pedir ayuda. Y lo hace poniendo un ejemplo muy práctico: “Planteaos las siguientes preguntas: ¿es una buena opción recurrir a un traumatólogo si te duele la rodilla? o ¿sería una buena opción acudir a un fisioterapeuta si has tenido una rotura de fibras de gemelo? La respuesta parece obvia, ¿verdad? Con el psicólogo tenemos que darnos cuenta de que es una situación similar. Imagínate que te lesionas la rodilla. Quizás lo primero que hagas es medir cuánto te duele e igual piensas en solucionarlo por ti mismo o esperar a que se pase pero, si ese dolor no cesa, lo más seguro es que busques ayuda y finalmente acudas a un profesional que realmente puede atender esta dolencia de manera adecuada. Pues con el psicólogo es la misma metáfora. Finalmente es quien puede trabajar contigo las causas, qué está pasando y qué herramientas podemos emplear para afrontarlo”.

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Cuidar nuestro bienestar emocional

“El bienestar emocional es cómo percibimos nuestro estado de ánimo. Es la sensación de saber dominar las emociones y sentirse capaces de vivir las situaciones positivas y negativas del día a día. Si cuidas tu bienestar emocional tendrás más fortalezas para hacer frente a las adversidades, aprovechar las oportunidades y con ello ganar mayor seguridad en uno mismo y disfrutar de la vida”, comenta la psicóloga, a la que le preguntamos si es importante también buscar siempre el lado positivo de las cosas.

“Debemos ver las cosas, no tanto desde la perspectiva de todo es increíblemente maravilloso, si no con una vista de águila viendo las cosas buenas y las malas de cada situación, sabiendo ver las luces y las sombras. Esto no significa que haya que darle mayor peso a los aspectos negativos, si no saber que están ahí. Si se presenta una adversidad o problema, hay que buscar las posibles soluciones que están a nuestro alcance, elegir una y llevarla a cabo y, si no podemos solucionar el problema por nosotros mismos, hay que liberarse de esa responsabilidad. Hay situaciones que escapan a nuestro control y también debemos aprender a aceptarlo”, nos cuenta.

Ojo a las señales que te lanza tu cuerpo

 Y también es vital escuchar las señales que nos lanza nuestro cuerpo, que a veces nos pide que paremos. “Exacto. Muchas veces nuestro cuerpo nos lanza señales de advertencia, ya que, en ocasiones, cuando no tenemos tiempo de parar a reflexionar acerca de si estamos bien o mal, el propio sistema nos avisa. A su vez, las emociones nos dan información de lo que nos rodea y de nosotros mismos. Si comienzas a sentir una fuerte presión en el pecho que se extiende por el hombro izquierdo, probablemente no es que hayas visto al amor de tu vida, si no que te esté dando un ictus. Pues, si tu cuerpo te manda señales como sensación de nerviosismo, taquicardia, despistes, olvidos, sensación de falta de aire, dolores de cabeza, dolores de estómago o dificultad para dormir, puede que tu cuerpo te esté advirtiendo que estás bajo unos niveles de ansiedad elevados con el objetivo de que pares a analizarlo y busques ayuda si la necesitas”, concluye.

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