Los trastornos digestivos como las digestiones más pesadas, las flatulencias y el vientre hinchado, cobran mayor relevancia en épocas navideñas. Son fechas en las que es difícil huir de las comidas copiosas. Un día es un día es un día y la vorágine de la Navidad nos empuja a abusar de la comida y de la bebida.
Las comilonas y, sobre todo, comer muy rápido, obliga al estómago a trabajar mucho más de lo habitual, con la consiguiente sensación de malestar y pesadez. Además, los alimentos o platos demasiado grasos, muy condimentados, picantes o los alimentos excesivamente azucarados provocan digestiones más lentas y pesadas de lo normal. Si, además, no guardamos orden en el horario y distribución de las comidas a lo largo del día, nuestro aparato digestivo acabará sufriendo las consecuencias.
"La Navidad va irremediablemente unida a las comilonas. Todos adoramos el momento de sentarnos a la mesa, llena de deliciosos platos que no solemos comer habitualmente. Sin embargo, hay que vigilar los excesos. Cualquier persona puede sufrir molestias digestivas tras una comida copiosa, pero especialmente quienes suelan tener este tipo de problemas deben tener cuidado", señala Amanda Dutruc, farmacéutica de Dosfarma.
La experta comenta que existen remedios farmacológicos para el ardor, la acidez y el vientre hinchado. Y advierte que no debemos tomar omeprazol pensando que nos va a ayudar en la digestión o nos va a evitar el dolor de tripa. De hecho, recuerda, su uso debe ser bajo prescripción médica, ya que se utiliza contra las úlceras provocadas por los reflujos gástricos o la acidez estomacal.
Por ello, para no tener que recurrir a ningún fármaco y no pasar un año más por la desagradable sensación de tener una piedra en el estómago, los expertos de Aquilea nos dan algunas claves para una mejor digestión.
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