Las plantas nos proporcionan 'esencias' que cuidan de nuestro cuerpo a la vez que nos provocan sensaciones agradables. De ahí que los aceites esenciales sean remedios capaces de mejorar nuestro estado de ánimo tras un duro día de trabajo, hidratar y nutrir la piel y el cabello, reparar cicatrices o perfumar una estancia con un aroma que proporcione calma y sosiego. Hemos hablado con María Mercedes Sánchez, responsable del departamento de Información Científica y Cosmética de Laboratorios Marnys, y nos ha proporcionado datos muy valiosos para comprender por qué debemos confiar en estos 'antídotos' de la naturaleza
¿Cómo se obtienen los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son compuestos extraídos de las plantas, sobre todo cítricas, capturando su olor y sabor o “esencia”. Estas esencias naturales y orgánicas tienen, cada una, sus características esenciales y un aroma único que aportan bienestar al cuerpo humano, y tradicionalmente se han usado en el herbolario o en la milenaria medicina china. Para ese bienestar es importante estar seguros del tipo de certificación que tienen, si es alimentario, cutáneo o para difusión.
Para que el aceite esencial conserve sus propiedades es muy importante la técnica utilizada en su obtención. Los obtenidos mediante procesos químicos pueden hacer que el aceite modifique sus propiedades. La destilación al vapor o métodos mecánicos como el prensado en frío son los más adecuados.
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