Aprovechar cada minuto, sacar partido al tiempo para poder vivir mejor y más tranquilos. Ese es el objetivo de muchas personas, que tratan de organizar de la mejor forma posible su día a día, con el objetivo de ser más productivos. Y un horario puede echarnos, no hay duda, una mano. Por ello, no es mala idea recurrir a técnicas como la llamada técnica Pomodoro, de la que hemos hablado con la psicóloga Alba Sanz, de Mundopsicologos.com, quien nos ha contado que consiste en fraccionar el tiempo de forma que aumentemos la productividad en una o varias tareas, de tal forma que, lo usemos en su máximo potencial.

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La técnica, paso a paso

La psicóloga nos detalla que consiste en cinco simples pasos a seguir:

1. Apunta las tareas que quieras llevar a cabo ese día, en una lista. Si hay varias tareas que se pueden hacer en poco tiempo, júntalas.
2. Pon el reloj en funcionamiento durante un bloque de tiempo (suele ser 25 minutos), estos 25 minutos vas a estar con la concentración puesta 100% en la primera tarea, no hay distracciones, ni se para. Es el momento de dejar el móvil de lado, no contestar a correos, evitar los llamados 'ladrones de tiempo'. Si surgen tareas nuevas que realizar mientras estás aquí, apúntalo en una lista.
3. Cuando acabe ese periodo de tiempo (que se denomina Pomodoro) descansa 5 minutos. El descanso es obligatorio, no opcional. Aunque pienses que te queda muy poco para acabar la tarea, realiza ese descanso y sigue en el Pomodoro siguiente. En este periodo de descanso bebe agua, levántate, estira el cuerpo, haz actividades que no conlleven un desgaste mental.
4. Acaba el descanso y comienza con el siguiente Pomodoro. Ve marcando cuántos pomodoros te ocupan una tarea y táchala cuando ya esté realizada. Si al empezar un nuevo Pomodoro acabas una tarea en los primeros cinco minutos, ese Pomodoro se elimina. Si tardas la mitad de un Pomodoro, usa el resto para seguir con más tareas o actividades que quieras realizar.
5. Cuando realices cuatro pomodoros, el descanso será de 25-30 minutos.

¿Por qué se la ha bautizado así?

Tal y como nos explica la experta, la técnica Pomodoro fue creada por Francesco Cirillo, quién se percató que en su primer año de universidad se distraía con mucha facilidad cuando estudiaba, al ver esto, quiso utilizar su tiempo de tal forma que lo aprovechase en su beneficio, y por ello, decidió realizar este método. Su nombre viene por que el reloj que él utilizaba como medidor y alarma para esos 25 minutos, era el reloj de cocina típico, que tenía forma de tomate, pomodoro en italiano.

¿Puede ser de utilidad en el día a día?

“Como todas las herramientas que tenemos, no todo se adapta a todas las personas y casos, tenemos que ver que forma nos ayuda a nosotros personalmente. Esta técnica nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento y es muy recomendable en los casos en los que tenemos que pasar muchas horas delante de unos apuntes, ordenador… ya que aquí la fatiga mental es más probable y frecuente. Cuando hablamos de teletrabajo, oposiciones, escritores, desarrolladores, diseñadores… esta técnica puede mejorar su productividad, disminuir su fatiga mental, y, por ende, aumentar su creatividad. En otros casos, depende de las preferencias subjetivas de la persona. Como todo, habrá que probarlo y ver cómo se adapta a nosotros”, nos cuenta la experta.

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Beneficios que tiene la técnica Pomodoro

-Disminuye la fatiga mental.

-Aumenta o mejora la creatividad.

-Optimizamos mejor nuestro tiempo.

-Mayor productividad.

-Al estar más concentrados y sentirnos más productivos, aumenta la autoestima y motivación.

-Ponemos límites a los ladrones de tiempo.

-Mejora nuestra toma de decisiones al sentir mayor control sobre nuestra productividad y concentración.

-Mano a mano con la anterior, aumenta nuestra responsabilidad. Al manejar las variables que nos influyen ponemos el foco en nuestra habilidad para responder.

- Si estamos en un trabajo sedentario, sentados durante horas, mejora la higiene corporal, ya que podemos ir levantándonos, moviéndonos y estirando.

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¿Es eficaz para aumentar nuestra productividad?

“El fin de fraccionar el tiempo es utilizar nuestra capacidad de concentración al máximo posible. Nuestras habilidades cognitivas tienen un tiempo máximo en el que tienen un rendimiento óptimo, después de ese tiempo, ese rendimiento comienza a descender. Nuestra atención es una de ellas, no podemos mantener un nivel de atención o concentración óptimo durante largos periodos de tiempo (aquí es dónde descubrió Francesco que tenía más distracciones). Por ello, cuando ponemos un periodo de tiempo medio-corto, y después generamos un descanso, nuestra mente puede descansar, dándonos la oportunidad de volver a ese rendimiento óptimo después del breve descanso”, nos detalla la experta.

Así, nos explica que al marcar cuántos pomodoros tardamos en realizar una tarea o actividad, nos está dando un aporte más, y es la capacidad de gestionar nuestro tiempo. Además, esta forma de medir el tiempo nos aporta un extra de motivación para acabar la tarea dentro del Pomodoro. Un beneficio más es que nos enseña un enfoque asertivo, poner límites, expresar y decir “no”, ¿por qué?, al tener que evitar distracciones mientras hacemos el Pomodoro tendremos que poner en juego esta habilidad.

“De esta forma optimizamos nuestros resultados y aumentamos nuestra productividad. Ahora que estamos en auge con el teletrabajo, nos ayudará a rendir de una forma más eficaz y con menos desgaste mental”, puntualiza.

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