La coherencia cuando nos expresamos
Para la psicóloga, ser coherente entre nuestro lenguaje verbal y el no verbal es otra pauta para conseguir ser asertivos. Y en ello influye, incluso, nuestra postura corporal. “Es fundamental para dar fuerza en la credibilidad en la relación con los demás. Las palabras han de estar en consonancia con nuestros gestos, expresión facial y expresión corporal. Una petición a alguien, con una postura inadecuada, no erguida, es sinónimo de poca veracidad por nuestra parte”, apunta.
Y junto con la postura, hay que tener también en cuenta nuestro tono de voz. “Cuidar el tono de voz nos ayuda también a tener más fiabilidad; un tono demasiado bajo denota intraversión y a veces sumisión. Por el contrario, hablar efectivamente alto puede señalar dominancia e incluso agresividad. La comunicación no violenta está del lado de un tono calmado. Ser asertivo es tener la aptitud y actitud de ser adecuado, observador, y saber reconocer los pequeños matices”, cuenta.