Estrategias para abordar el síndrome del cuidador
El cuidador, no hay duda, debe parar cuando ve que está llegando al límite. No es sencillo darse cuenta de cuándo llega ese momento, por eso es importante cuidar también al cuidador. “Lo más importante es ser consciente de que si no sabes cuidarte a ti mismo, no podrás cuidar a nadie. El descanso del cuidador es fundamental. El cuidador no percibe su propia fatiga, es común la abstracción de esa necesidad por su parte”, nos dice el doctor Ruiz, que añade que hay ocasiones en las que se le debe imponer el descanso de forma obligatoria. Y remarca la necesidad de ayuda psicológica, necesaria en algunos casos. “La soledad del cuidador es algo que debemos de erradicar. El trabajo en equipo ayuda a prevenir y paliar gran parte de la fuerte carga que conlleva ser cuidador”, concluye.
“Lo primero de todo sería pedir ayuda aunque es verdad que es difícil que lo hagan. También el médico de cabecera en este punto juega un papel fundamental debido al número de visitas que los cuidadores hacen al médico de cabecera por la situación familiar. Es importante que estos detecten el síndrome y puedan orientarles si previamente no ha existido esa labor psicoeducativa que hablábamos antes. En este sentido, se pueden llevar a cabo terapias de grupo, que se enseñen estrategias de afrontamiento de estrés, cómo paliar la ansiedad, también hábitos de vida saludable como yoga o meditación. Es importante adaptarlo a cada persona porque es muy específico”, nos cuenta por su parte la psicóloga, que añade que es fundamental conseguir una buena adherencia con estos pacientes, que entiendan que se les puede ayudar y acompañar con diversas estrategias. “Además, con terapias de apoyo los pacientes avanzan de forma saludable ya que escuchan a personas en su misma situación lo que hace que no se sientan tan solos”, puntualiza.
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