Postura de la silla
“Utkatasana o la postura de la silla es un asana exigente, pero muy potente y completa”, nos sugiere el experto. “Tienes que imaginar que vas a sentarte, pero sin llegar a hacerlo. De esta forma se tonifican y fortalecen principalmente los glúteos y los cuádriceps”, añade Katia Muñoz.
- De pie con los brazos a lo largo del cuerpo, se puede practicar con los pies juntos o separados a la anchura de las caderas. En este caso, lo haremos con los pies abiertos a la anchura de las caderas para mayor estabilidad y sensación de enraizamiento.
- A continuación, contrayendo el abdomen y con la espalda recta, baja las caderas como si te fueras a sentar en una silla.
- Al mismo tiempo, las rodillas dobladas no deben sobrepasar los dedos de los pies y los brazos suben hacia arriba por los costados, alineándose con la espalda y uniendo las palmas de las manos por encima de la cabeza con los brazos estirados.
“Hay que tener en cuenta que, en esta postura, notarás como la curvatura lumbar se acentúa. Por eso es recomendable mantener un buen alineamiento a la hora de realizar el asana. La espalda se inclinará de manera natural para equilibrar el cuerpo manteniéndose recta y los hombros, a pesar de que los brazos estén estirados, deben permanecer relajados”, nos detalla, y añade que con esta postura trabajas tu core (tu centro, tu abdomen), muy importante para la buena salud de la espalda. “Su activación tendrá una acción beneficiosa sobre las lumbares, la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la espalda. En otras palabras, es un ejercicio estrella por sus múltiples beneficios. De hecho, la postura de la silla es popular en las terapias de rehabilitación y en el entrenamiento de los deportistas por tonificar y fortalecer los músculos y ayudar a prevenir lesiones. Conviene mantener la postura de 30 segundos a 1 minuto. Es más recomendable practicar este ejercicio poco tiempo, pero de forma regular, que una sola vez mucho tiempo. La constancia es la base”, nos recomienda.
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