Baño y chequeo
Una vez concluida la jornada, tu perro necesitará un baño para desprenderse de la sal y la arena acumulada. Si existe la opción, aprovecha el equipamiento de duchas para perros en la misma playa. Frótalo bien con agua dulce, y utiliza una toalla para el secado. De no ser posible la ducha in situ, espera a llegar a casa, y aprovecha la ocasión para bañarlo con su champú, realizarle un buen cepillado y revisar exhaustivamente sus orejas. Retira la arena y el agua que pueda haberse acumulado en ellas, con el fin de evitar infecciones cutáneas u otitis. Si observas que tu perro muestra algún síntoma de dolor en ellas a posteriori, no dudes en realizar una visita a tu veterinario.
- ¿Cada cuánto tiempo puedo bañar a mi perro?