La vitamina D influye en la función inmunitaria
A pesar de que la función principal de la vitamina D es regular la cantidad de calcio y fósforo, también es importante para la función inmunitaria. Unos niveles bajos de vitamina D pueden aumentar el riesgo de infección de enfermedades respiratorias (incluida la COVID-19) y autoinmunes.
Nuestro cuerpo produce vitamina D cuando nuestra piel se expone a la luz solar, pero debido al estilo de vida moderno (pasar demasiado tiempo en interiores y cubrir nuestra piel), la deficiencia de vitamina D es muy común incluso en países soleados como España.
El calor y la constante exposición al sol para soportar las altas temperaturas, obliga a que usemos protectores solares, esenciales para prevenir problemas cutáneos. Sin embargo, factores de protección muy altos pueden interferir en la síntesis de vitamina D. A pesar de todo, no se recomienda poner en peligro la piel para obtener la dosis óptima de vitamina D.
Se desconoce el tiempo exacto de exposición al sol necesario para satisfacer las necesidades diarias, ya que depende de muchos factores, como el tipo de piel, la hora del día, la estación del año y la latitud en la que se encuentre. En general, se considera suficiente exponer nuestras manos, antebrazos y piernas sin protección durante 5-10 minutos al mediodía o 30 minutos por la mañana o por la noche.
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