Entrenar y verano no tienen por qué ser dos conceptos excluyentes. Se puede seguir haciendo ejercicio en los meses de calor para mantener nuestra forma física, aunque sea a un ritmo diferente. Y es que, tal y como nos cuentan desde Brooklyn Fitboxing cuando el organismo está acostumbrado a entrenar o a realizar actividad física diaria es importante no abandonar de golpe. Depende del tiempo que se deje de lado, tendrá unas consecuencias mayores o menores. Por ejemplo, si te tomas una semana de descanso sin realizar deporte, es normal sentirse bien, pero las fibras musculares ya empiezan a debilitarse y el cuerpo comienza a retener más líquidos de lo normal. No es el peor escenario, se puede recuperar la forma física volviendo al deporte. Mientras, después de dos semanas de vacaciones sin actividad física frecuente, la forma física comienza a disminuir de un modo más evidente y la resistencia cardiovascular disminuye considerablemente. Todas las actividades requerirán de un esfuerzo extra.
Por eso, lo mejor es seguir activo en vacaciones. Pero, eso sí hay que hacerlo siguiendo una serie de recomendaciones importantes para no tener problemas, tal y como nos resume la entrenadora personal Ana Ginto (@anitaginto), que nos da una serie de consejos útiles para sacar partido a nuestro entrenamiento en verano, sin riesgos.
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