Ante un dolor en la cadera, ¿cómo debemos actuar?
Raúl Ferrer nos explica que, ante un dolor de cadera, en primer lugar, conviene pensar en si hemos hecho o sufrido algo que lo justifique: un esfuerzo, un golpe, un resbalón o un esfuerzo prolongado al que no estamos habituados, como una caminata excesiva, ya que esto puede orientarnos. Si entre tres y cinco días no han disminuido el dolor y la incapacidad funcional que suele ir asociada debemos consultar con un profesional sanitario.
“En casos de empeoramiento durante esos primeros días o de que no se encuentre una causa justificada y haya una aparición súbita e intensa de dolor que no mejora con el movimiento, se debe acudir a un médico para descartar problemas que requieran una atención precoz. Algunas apendicitis o problemas de riñón pueden cursar con dolores en la región inguinal y deben ser valorados por un profesional sanitario”, nos dice. En caso de que poco a poco vaya empeorando la situación, o que simplemente no termine de mejorar, conviene consultar con un fisioterapeuta que pueda evaluar la articulación, porque lo más probable es que sea un proceso relacionado con el sistema musculoesquelético y que tenga una solución desde esta disciplina.
¿Cómo debemos tratar este problema? “El tratamiento varía en función del origen del problema, pero el abordaje con ejercicio terapéutico pautado por un fisioterapeuta, así como técnicas de terapia manual y educación terapéutica, han demostrado ser eficaces en el tratamiento de este tipo de problemas, del mismo modo que en otros casos de dolor musculoesquelético crónico”, añade.
Lee también: Ejercicios que mejoran la movilidad de tus articulaciones y el rendimiento de tu entrenamiento