Presta atención a estos síntomas
Hay que prestar atención a la aparición de determinados síntomas que nos pueden alertar de la presencia de este problema de salud. “En ocasiones, la hernia es pequeña y no da síntomas, la descubrimos como un hallazgo casual durante una exploración médica por otro motivo”, nos cuenta la doctora, que añade que, cuando existen síntomas, los más comunes son:
-Pirosis (acidez de estómago y quemazón) por el ascenso del contenido gástrico hacia el esófago.
-Carraspera, afonía, o tos seca por irritación.
-Reflujo gastroesofágico, con regurgitación de alimentos sólidos e incluso líquidos, desde el estómago hacia la boca.
-Dolor abdominal alto o en el centro del pecho, que típicamente se irradia hacia la espalda o a la garganta.
-Disnea (sensación de falta de aire).
-Disfagia (dificultad para el tránsito de los alimentos hacia el estómago).
“Ante la aparición de estos síntomas, el paciente debe consultar con su médico de cabecera o con un especialista del aparato digestivo. Éste solicitará las pruebas que considere oportunas para llegar al diagnóstico. Además, valorará la necesidad de tratamiento farmacológico o quirúrgico, y realizará los controles adecuados en cada caso”, nos cuenta.