Existen estudios que revelan que hasta el 60% de los europeos tienen niveles inadecuados de vitamina D, que desempeña un papel clave en el apoyo inmunológico, la salud ósea, la función muscular y la salud cardiovascular. 

Según nos explica la farmacéutica Reme Navarro, CEO de MiFarma, "la vitamina D es esencial para ayudar al organismo a absorber calcio, mineral fundamental para tener unos huesos fuertes y sanos, además de mantener la función muscular y fortalecer el sistema inmunológico".

Nuestro organismo puede obtenerlo de dos formas: mediante una dieta rica en pescados grasos, las setas o los huevos, aunque generalmente es difícil encontrarlo en los alimento, y a través de la piel, que sintetiza la luz solar de forma natural cuando nos exponemos al sol. Cabe recordar que es de vital importancia hacerlo siempre de forma moderada y con cremas de fotoprotección alta, para prevenir otro tipo de patologías.

"Tras la cuarentena y al haber reducido tanto las salidas al exterior y nuestra exposición al sol, puede ser útil y recomendable el uso de suplementos de vitamina D, para evitar que se produzca una carencia de este nutriente y mantener el correcto funcionamiento de nuestro organismo", indica la farmacéutica. Pero es necesario que un médico lo prescriba. 

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El exceso también es malo

Y es que el exceso de vitamina D también puede ser dañino para nuestro organismo. Demasiada eleva el nivel de calcio en su sangre, lo que puede causar confusión, desorientación y problemas del ritmo cardíaco, entre otros síntomas.

Por ello, señala la farmacéutica, "queremos hacer especial hincapié en que es esencial consultar antes a nuestro médico de cabecera, para que, tras las pruebas pertinentes, identifique si estamos sufriendo esta carencia y nos aconseje cuál puede ser la mejor solución para ponerle remedio". 

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Vitamina D+K

Como insistimos, la toma de vitamina D debe ser prescrita por un facultativo, según nuestras necesidades. En ocasiones, puede ser bueno combinarlo con la vitamina K para ayudar a optimizar la absorción del calcio, ya que lo guía desde el torrente sanguíneo hasta los tejidos corporales adecuados: los huesos y los dientes. En este sentido, el dúo de vitaminas D3 + K2 está empezando a recibir un mayor reconocimiento por sus atributos sinérgicos para la salud, nos cuentan desde Abundance&Health, quienes a continuación nos dan las razones para tomar esta combinación. 

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Fortalece tus defensas 

Las investigaciones demuestran que la vitamina D3 desempeña un papel importante en el funcionamiento normal del sistema inmunitario. La vitamina D parece favorecer la inmunidad innata (la primera línea de defensa del organismo), ayuda a inhibir el desarrollo de la autoinmunidad (células inmunitarias que atacan los tejidos del organismo) y contribuye a regular la acción y el número total de células inmunitarias específicas, como las células T helper y las células T-reg 8.

Previene las infecciones respiratorias

Las investigaciones recientes sobre la vitamina D indican que este nutriente puede desempeñar un papel clave en la forma en que el organismo combate las infecciones de las vías respiratorias, ya que dificulta el desarrollo de los virus y ayuda a equilibrar la inflamación. Se cree que una deficiencia de vitamina D tiene muchas consecuencias que pueden dejarle vulnerable a las infecciones.

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Mejor salud 

La vitamina D tiene muchos beneficios para la salud y contribuye a los procesos de crecimiento y reparación del organismo al participar en la división celular. La vitamina D regula más de 200 genes que influyen en una amplia gama de funciones metabólicas, celulares y físicas.

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Mejora la salud ósea 

La vitamina D y la vitamina K desempeñan un papel importante en la salud de los huesos. Mantener unos buenos niveles de estos dos nutrientes clave es esencial para el mantenimiento de los huesos y los dientes a lo largo de muchas etapas de la vida y para reducir el riesgo de osteoporosis.

Mejor coagulación de la sangre 

La vitamina K es ampliamente conocida como un nutriente esencial para ayudar a activar numerosas proteínas de coagulación de la sangre. La coagulación de la sangre es un proceso importante en la cicatrización de las heridas y, sin una coagulación eficaz de la sangre, las heridas abiertas siguen sangrando y los golpes y choques dan lugar a un exceso de hematomas.