Apunta sus beneficios
La entrenadora añade que, en cambio, si se realiza de forma correcta y progresiva, podemos obtener múltiples beneficios, entre los que destaca:
- Nos ayuda a abrir el pecho.
- Estiramiento de glúteo y psoas.
- Nos ayuda a mejorar la corrección postural.
- Ganamos flexibilidad.
- Activamos y estiramos los músculos de la espalda.
- Prevenimos patologías como lumbalgia por acortamientos (personas que pasan mucho tiempo sentadas).
- Mejoramos la oxigenación de nuestro cuerpo y la capacidad respiratoria.
“Es una postura que facilita la apertura de caderas, y flexibiliza tanto la ingle como la zona lumbar, aportando salud y balance a nuestras caderas, ayudando así a mantener la movilidad y contrarrestando los signos del envejecimiento. La compresión de la ingle es el motivo principal, junto con el de la gravedad, de que la gente de edad avanzada se incline hacia delante y tenga dificultades para caminar”, nos detalla por su parte Jordi Canela, cofundador de los centros YogaOne y fundador del Global Yoga Congress Barcelona. “Todas las posturas tienen beneficios físicos, emocionales, energéticos, mentales y espirituales. Esta postura, al abrir las caderas, es liberadora de emociones, al ser una flexión hacia delante es introspectiva y relajante, calma la mente y nos ayuda a reconectar con nuestro ser”, añade.
Lee también: Postura del gato: buena para tu espalda y aliada frente al estrés