A lo largo de los meses de invierno nos encontramos con agentes externos que pueden perjudicar a la salud y la belleza de nuestro cabello. El frío del exterior, sumado a la sequedad de las calefacciones, puede estropear nuestro pelo, sobre todo las fibras del cabello que, tal y como nos explica la farmacéutica Meritxell Martí, se dañan desde las puntas a las raíces, al estar al exterior expuesta al aire, al viento o a la lluvia. “Necesitamos usar más a menudo el secador del pelo, ya que cuesta más que se seque, no aconsejamos nunca que con el pelo húmedo salgamos al exterior con frío, ya que puede estropear más el cabello”, nos detalla, y explica que, además, el cuero cabelludo también puede verse afectado, aumentando el problema de picores y rojeces (síntomas de la dermatitis seborreica), sobre todo porque se nota más la sequedad exterior, y algunas personas notan más el problema de la caspa.
Una opción, en opinión de la experta, es proteger el cabello con un gorro. “Lo ideal es con un gorrito con fibras naturales, como el algodón o la lana. Y la seda es ideal, protege las fibras del cabello, los clásicos pañuelos en seda natural son los más delicados para proteger las fibras del cabello”, nos cuenta.
Y, como suele suceder a menudo, lo que comemos también puede echarnos una mano a la hora de mantener la salud y el buen estado de nuestro cabello en los meses más fríos del año. “Si el cabello en invierno va a estropearse debido a un aumento de sequedad, de rotura de las fibras capilares, los alimentos saludables que deberíamos ingerir son los que son más ricos en ácidos grasos”, nos cuenta la experta, que nos los resume en los siguientes.
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