Consejos prácticos
¿Cuáles serían los consejos prácticos más útiles si queremos evitar estos atracones por ansiedad?
-Elaborar un menú diario de comidas. Es recomendable elaborar un planning semanal para que así, se controle exactamente lo que se va a comer y las horas a las que se va a comer, para así controlar estos ataques de hambre.
-Comer alimentos saciantes. Para evitar la sensación de hambre, incluir alimentos saciantes saludables, como las verduras, las frutas, los frutos secos, el aguacate... ayudará a calmar el apetito repentino. También beber agua, infusiones o refrescos caseros (como la limonada) entre comidas, para llenar el estómago y tratar de calmar el hambre emocional.
-Evitar el azúcar. El hambre emocional está muy relacionado con el consumo y abuso de alimentos azucarados y dulces procesados. Por ello, se recomienda no disponer de este tipo de alimentos en casa u optar por alimentos que contienen azúcar de forma natural (no añadida): yogures naturales, frutas, leche, chocolate negro (a partir del 80% de cacao...).
-Hacer deporte. El ejercicio físico es un hábito muy recomendable para conseguir reducir la ansiedad y vivir de una forma más optimista y positiva. Esto puede ayudar a regular los problemas emocionales y, así, reducir estos ataques de hambre.
“Pero ninguno de estos tips será realmente útil si te culpabilizas por haber tenido un atracón o si temes la posibilidad de tenerlo. Cuando se instauran cambios para resolver dificultades o mejorar determinados aspectos de nuestra vida, siempre se deben hacer desde la compasión hacia uno mismo (amabilidad hacia uno mismo), pero no desde el auto reproche, pues de otra manera, será muy difícil mantener estos cambios. Recuerda que puedes poner en marcha pautas que te permitan mejorar tu relación con la comida, hazlo porque te quieres ayudar no porque te castigues”, nos explican.