Hay personas que optan por hacer ejercicio antes de dormir, precisamente con el objetivo de conseguir un mejor descanso. Pero, ¿qué prácticas son las más beneficiosas? En opinión de los expertos de los centros DIR, lo que deberíamos descartar es la actividad física de intensidad media-alta antes de irnos a dormir, porque se altera el sistema nervioso y puede dificultar un sueño de calidad.

“El ejercicio físico sí que nos aporta beneficios y es bueno a la hora de conciliar el sueño. Pero yo recomiendo si la actividad física es aeróbica o de intensidad media-alta, intentar hacerlo por lo menos tres horas antes de ir a dormir, para que al cuerpo le dé tiempo a relajarse y conciliar bien el sueño después. Lo ideal en mi opinión es recurrir a estiramientos, de extremidades y de tronco. También ejercicios de respiración, torsiones para la columna, porque eso realmente va a ayudar al cuerpo a que se estire y se relajen los músculos para conciliar mejor el sueño”, nos cuenta la entrenadora personal Gemy Osorio Astorga, alma mater del centro madrileño Pilates y Movimiento, que propone optar por todos aquellos ejercicios que nos ayuden a relajar el cuerpo, a disminuir las pulsaciones, a trabajar la respiración y que conlleven estiramientos.

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Estiramientos, una buena opción

La entrenadora personal nos cuenta que son buena alternativa disciplinas como es el stretching, tanto de tren inferior como superior. “Si hemos estado mucho tiempo sentados, hay que intentar estirar el psoas, la cadena posterior, con estiramientos como el del gato, la extensión de la columna… También estiramientos del pecho, para abrir la zona del pectoral si hemos estado mucho tiempo sentados. Son ejercicios que puedes hacer al lado de la cama antes de acostarte”, nos cuenta.

El yoga, tu mejor aliado

En opinión de los expertos de DIR, es mejor optar por disciplinas como el yoga. Y es que esta milenaria técnica es, no hay duda, una de las mejores alternativas a las que podemos recurrir antes de irnos a la cama. Así lo apunta Jordi Canela, responsable de los centros YogaOne. “Según el Yoga, la mejor práctica para descansar mejor es llevar una vida saludable y consciente basada en realizar actividades relacionadas con nuestra triple naturaleza tanto física como mental, emocional y espiritual”, nos cuenta.

Y es que hay asanas que, sin duda, inducen a la relajación, lo que puede ser una buena alternativa para antes de acostarnos, con el objetivo de encontrar ese momento de relajación que tanto necesitamos tras un día intenso. Gemy Osorio Astorga sugiere la pose del gato de yoga, o la del bebé, donde estiras toda la parte alta y baja de la espalda.

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La práctica de la respiración consciente

Jordi Canela nos explica que la respiración aplicada atentamente nos hace entrar en un estado de presencia y vida consciente. “Existe una estrecha relación entre la frecuencia respiratoria y el estado de nuestra mente. Equilibrando la respiración hacemos que la mente se equilibre y se relaje. Inspirar es activador y exhalar es relajante, por tanto, poniendo énfasis en la exhalación podemos generar un estado relajante en nosotros que nos facilite el descanso a la hora de acostarse”, nos detalla el experto.

¿Has oído hablar del descanso consciente?

El experto nos cuenta que el descanso consciente en yoga se practica estirados con una esterilla en el suelo en la posición conocida como Savasana o posición de relajación estirados con piernas y brazos entreabiertos y siendo conscientes de llevar la atención a las diferentes partes del cuerpo a medida que se relajan con la respiración. “También se puede hacer activando estas partes del cuerpo al inspirar y relajar al exhalar. Al estar estirados en el suelo por la acción de la gravedad el cuerpo se alinea y las energías se redistribuyen por el cuerpo. Al mismo tiempo la mente se sintoniza con la energía de la quietud de la tierra y hace que la mente se aquiete. Cuando la mente se aquieta podemos percibir o reconectar con el alma experimentando un estado de plenitud, tranquilidad, felicidad y unión”, apunta.

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Prueba con la meditación

El experto la define como “una autopista en la realización de nuestro Ser y un medio excepcional para prepararnos para un buen descanso. Es una forma de hacer un reset, despertar la conciencia de observador y tomar cierta distancia con los eventos cotidianos. Cultivar la presencia y la quietud mental nos permite vivir con más tranquilidad”. Coincide Gemy Osorio Astorga, quien nos cuenta que meditar nos ayuda a desconectar y quitar el estrés del día a día, por lo que conciliaremos mejor el sueño y descansaremos mejor. Descargamos tendones, músculos y, sobre todo, la mente.