Ya sabemos cómo podemos celebrar estas navidades con la familia en plena segunda ola por el coronavirus. Ayer miércoles, el Consejo Interterritorial aprobó las celebraciones familiares de 10 personas o menos los días en los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero, aunque pide y recomienda que no se superen los dos grupos de convivencia. Además, se mantienen los cierres perimetrales, aunque del 23 al 6 de enero se permitirán los desplazamientos para los reagrupamientos. Pero los expertos y el propio consejo piden prudencia. Y la mayoría de la población se pregunta qué hacer. Y es que el miedo al contagio y, sobre todo, a contagiar a los mayores y a los más vulnerables prima. Si bien es cierto que el aislamiento, la soledad o no poder celebrar estas fiestas con nuestras familias puede producir estrés, tristeza, nostalgia e, incluso, a algunas personas, depresión, lo cierto es que también pesa la incertidumbre por lo que pueda pasar.
Aunque el riesgo cero no existe, con la adopción y el cumplimiento estricto de algunas medidas de prevención que nos ofrecen los expertos de Qida, una startup en atención domiciliaria, podemos reducir la probabilidad de contagio de coronavirus.
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Limitar los encuentros sociales entre personas no convivientes
Con la llegada de estas fechas, las reuniones entre amigos o compañeros de trabajo suelen ser un hecho frecuente. No obstante, este año es importante ser consciente que es mucho más fácil correr el riesgo de contagiarse en estos actos sociales. Por ello, los días previos a las celebraciones navideñas es recomendable restringir el número de personas con la que reunirse e intentar, en la medida de lo posible, que sean únicamente personas con las que se convive o se encuentran con asiduidad en el día a día.
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