Hábitos de vida saludable y probióticos
Actualmente no existe ningún tratamiento curativo para el SII, podemos distinguir dos tipos de abordajes, uno mediante actuación en los hábitos de vida y otro desde el punto de vista farmacológico.
En cuanto a los hábitos de vida, se deben seguir una serie de recomendaciones como, por ejemplo, evitar el consumo de tabaco y alcohol, identificar qué alimentos sientan peor y eliminarlos, realizar cinco comidas al día y dedicarle, al menos, 20 minutos a cada una. Del mismo modo, es importante tomarse tiempo para defecar, acudir siempre que se tenga deseo y no reprimirlo. Además, realizar 30 minutos al día de actividad física adecuada a la condición de cada persona y evitar situaciones estresantes es aconsejable para mitigar los síntomas de la enfermedad.
Respecto al tratamiento terapéutico, numerosos estudios han demostrado que los probióticos tienen eficacia en esta patología. Estos deben estar basados en cepas específicas, “que permitan recuperar la salud de la microbiota del paciente, como la cepa 35624® de Bifidobacterium longum”, señala la doctora Arriaza.
No obstante, el especialista médico indicará cuál es el adecuado según los síntomas que se presenten, que pueden ir desde la ingesta de fibra, los laxantes, si existe predominio de estreñimiento, los antidiarreicos, en caso de diarrea, los antiespasmódicos, o incluso, en ocasiones, hay que recurrir a antidepresivos o ansiolíticos.
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