Persona trabajadora y adicta al trabajo, hay diferencias
Los expertos insisten, además, en la importancia de diferenciar una persona trabajadora de una que es adicta al trabajo. “La diferencia entre una persona trabajadora a la cual le gusta su trabajo y una persona adicta al trabajo reside en la motivación y en el equilibrio entre el trabajo, familia y el tiempo de ocio”, asegura el Dr. Zafra. Y es que cuando existe una adicción, lo que falla es el reloj interno que nos permite regularnos para detener el trabajo cuando llega el momento. Son personas que ni siquiera cuando llega el fin de semana o los festivos desconectan, y tienen muy complicado tener vacaciones o periodos de descanso. Además, no son capaces de decir que no, de rechazar trabajo, y pueden llegar a desarrollar un elevado nivel de autoexigencia y competitividad en cualquier actividad, así como cansancio e irritabilidad durante el fin de semana, tensión y dificultad para relajarse, ansiedad elevada, lo que desemboca en ocasiones en las quejas familiares por la dedicación del tiempo a la empresa y en un inevitable sentimiento de culpabilidad. Todos esos son rasgos de una persona adicta al trabajo. Además, señala el Dr. Zafra, “suelen ser personas perfeccionistas y con deseo de poder; sin embargo, pueden tener baja autoestima y prefieren trabajar individualmente que en equipo”.
Por último, es común que las personas adictas al trabajo sean, explica el Dr. Zafra, “egocéntricas y narcisistas”. “Al alcanzar puestos de nivel, se deshumanizan, dejando de lado los sentimientos de los demás, dejando de lado el compañerismo y esperando que sus subordinados cumplan un horario similar al de ellos mismos”, puntualiza.