Los beneficios, tanto físicos como mentales, que aporta practicar yoga con regularidad son prácticamente infinitos e indiscutibles. Refuerza el sistema inmunológico, fortalece huesos y músculos, mejora la respiración, aumenta la flexibilidad y, por supuesto, trabaja el equilibrio. El yoga es una práctica que involucra tanto el cuerpo como la mente, por lo que el equilibrio que uno logra de forma externa, se verá reflejado en el equilibrio interior. Las posiciones que ejercitan esta habilidad nos obligan a estar presentes, a prestar atención al verdadero 'aquí y ahora' y, por consiguiente, a conocernos mejor a nosotros mismos
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