A la vista de estos problemas, los expertos ofrecen útiles consejos que pueden ayudarnos a intentar evitar un uso excesivo del móvil:
- Una buena opción es desactivar las notificaciones de redes sociales, mensajes, apps, etc y ponernos, además, un horario limitado para consultarlos.
- ¿Y por qué no recuperamos las llamadas? Prueba a pedir a familiares y amigos que si hay algo urgente te llamen en lugar de enviarte mensajes.
- Es importante que no tengamos el teléfono a mano cuando estemos estudiando ni cuando vayamos al baño.
- Lo ideal sería que el móvil no entrara en el dormitorio. Pero en cualquier caso, conviene dejar de utilizar el móvil al menos dos horas antes de irnos a dormir. Además, es preferible usar un despertador de los de toda la vida y a ser posible dejar el smartphone en otro cuarto.
- Trata de realizar otro tipo de actividades que sustituyan al uso del móvil como hacer ejercicio o dar paseos ahora que está permitido, cocinar, leer un libro no electrónico, hacer manualidades...
- Mientras se está en la mesa, comiendo, desayunando o cenando, no se tiene el móvil a mano.
- Puedes probar a bloquear el acceso a ciertas aplicaciones durante horas o días. Seguro que acabas usándolas menos.
- Es importante cuidar la postura al usar el móvil, para que su uso no dañe nuestras cervicales y músculos. Poner el móvil a una distancia prudencial, ni muy pegado ni muy alejado y tratar de no usarlo más de diez minutos seguidos.
- Ahora que pasamos más tiempo con nuestra familia, es buena idea tratar de comunicarnos más, hacer momentos de tertulia, recordar cosas del pasado, hacer planes de futuro... y durante este tiempo poner el teléfono aparte y en silencio.
- Cuando vayamos a cargar el móvil, lo mejor es hacerlo en una habitación diferente a la que estamos o en el lugar de la casa donde pasemos menos tiempo.
- Según los expertos, lo ideal es ponernos un límite de horas diarias para utilizar el móvil.