Cómo protegerlas
Llega el momento de prestarles unos cuidados extra. “Lo que más recomiendo, siempre, pero ahora mucho más, es aplicar crema hidratante, emoliente, porque no solamente va a contrarrestar el efecto nocivo del agua, el tiempo excesivo de lavado o el material del jabón, sino que también va a aportar unas defensas. La piel tiene una capa grasa natural, como la tiene todo el cuerpo. Como las manos las lavamos frecuentemente, esa capa lipídica o grasa se va, por lo que la piel queda expuesta a heridas, a fisuras, a eccemas, e incluso más indefensa", nos explica la dermatóloga, que añade que "por eso es tan necesario aplicar con la misma frecuencia que uno se lava las manos una crema hidratante, para hidratar y fortalecer además esa barrera”.