Con la llegada del frío, las defensas bajan y nuestro sistema inmunológico se debilita. Debido a ello, es normal que en esta época del año, los microorganismos patógenos como virus y bacterias aprovechen esta debilidad para infectarnos y hacernos coger una gripe, resfriado, faringitis o, en casos más graves, una neumonía.
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Para evitarlo, debemos potenciar a toda costa nuestras defensas. Así podremos escapar al contagio o, si este se produce, estar más fuertes para que nuestro sistema inmunológico pueda combatir la infección con eficacia.
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Medidas de prevención
También es importante seguir los consejos de prevención de nuestro médico. Por ejemplo, vacunarnos si pertenecemos a un grupo de riesgo, así como abrigarse por capas, lavarse las manos, llevar un desinfectante líquido en el bolsillo, taparse la boca al toser o estornudar, por ejemplo.
Por otro lado, si nos encontramos muy cansados, faltos de energía o si cogemos costipados de forma recurrente, debemos acudir al médico. Es posible que se deba a unas defensas bajas, que se podrá comprobar mediante unos análisis de sangre.
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La mala alimentación, agota
Pero la mayoría de las veces, este cansancio y facilidad para enfermar se debe a una mala alimentación. En este sentido, además de llevar una dieta sana y equilibrada, podemos introducir alimentos que ayudan a robustecer la salud en invierno.
Estos son los que los expertos en nutrición de la clínica Opción Médica recuerdan que no deben faltar en tu cesta de invierno para fortalecer tus defensas.