‘Sé sostenible o quédate en casa’. Es el mantra del nuevo viajero, que ha encontrado la solución a la ‘turismofobia’ en una forma de viajar más responsable.

Espantados por el bullicio de las ciudades y los circuitos tradicionales, cada vez son más los viajeros ‘verdes’ que eligen disfrutar de unas vacaciones más respetuosas con el planeta. Buscar un alojamiento ecológico, medios de transporte alternativos y menos contaminantes, e interesarse por la riqueza cultural y medioambiental del destino son requisitos básicos para convertirnos en viajeros más comprometidos.

¿Qué? ¿Te apuntas al ‘ecoturismo’? Estos son los mejores planes para poner en práctica el turismo sostenible esta Semana Santa

Copenhague (Dinamarca)

La capital del hygge, un estilo de vida que convierte a los habitantes de Dinamarca en los más felices del mundo, recibió en 2016 una mención especial en los Premios Europeos del Espacio Público Urbano Y es que se trata de un país que puede presumir de proporcionar a sus ciudadanos una calidad de vida muy buena en general. Por tanto, se trata de una ciudad ‘amable’ para visitar, donde los peatones y los ciclistas ganan protagonismo frente a los vehículos y, en general, cuenta con un entorno urbano agradable.

Holbox, la isla de los flamencos rosas

La isla de Holbox es un paraíso para quienes busquen desconectar y apagar el móvil. A dos horas de Cancún nos espera una perla del Caribe repleta de biodiversidad. Entre sus especies marinas destacan el tiburón ballena o las tortugas marinas. Aquí los delfines nadan al lado de nuestra lancha y los flamencos presumen a escasos metros de su envidiado plumaje. Para observarlos, merece la pena reservar un tour en barco con tres paradas obligatorias: Isla Pájaros, Isla Pasión y Cenote Yalahau, un manglar donde se puede pasar un agradable rato de baño. También podrás pescar, practicar snorkel o cocinar ceviche en un navío en medio del mar. En Holbox no hay asfalto ni tampoco circulan coches. Es muy difícil salir de allí sin amar la naturaleza.

Noja (España)

Posiblemente, los paisajes naturales más vírgenes de España pueden encontrarse en Noja, Cantabria. Y es que un tercio de esta comunidad la componen parques y reservas naturales; lo que la convierte en un ecosistema muy rico al que merece la pena acercarse.

Perth (Australia)

Si buscas algo distinto, los viajeros de Booking.com, recomiendan Perth para hacer agroturismo y alojarse en una granja, donde podrás plantar y cosechar tus propias verduras ecológicas. Las estancias en este tipo de alojamientos son una buena manera de entrar en contacto con la vida rural, y los encontrarás de todo tipo: desde los más rústicos hasta los lodges más lujosos.

El Burnside Organic Farm, por ejemplo, es una granja que cuenta con 15 hectáreas de viñedos, bodega, árboles del aguacate y huertos. Ofrece bungalows independientes que funcionan con energía solar y dan la posibilidad de realizar vistas a los terrenos del alojamiento. Podrás dar de comer a los animales de la granja, y recoger verduras y hierbas aromáticas del huerto.

Ponta Delgada (Islas Azores)

Solo alrededor del 5% de este archipiélago volcánico está construido, lo que significa que el paisaje natural está casi intacto. Gracias a su ubicación remota en mitad del Océano Atlántico, las Azores nunca están llenas de gente (ni siquiera en temporada alta de verano). Además, ofrece una gran variedad de actividades al aire libre, desde avistar ballenas hasta navegar o pasear en bici entre los lagos.

Pafos (Chipre)

Pafos no sólo ha sido catalogada como una de las ciudades más sostenibles por WWF (World Wide Fund for Nature), sino que es uno de los paisajes mediterráneos más bellos siendo, además, Patrimonio de la Humanidad. Tanto que se dice que en sus cristalinas playas nació la diosa griega de la belleza, Afrodita. Aunque la región tiene un importante flujo de turismo en verano, su clima y su costa pueden disfrutarse todo el año; por lo que Semana Santa es una época perfecta.

Cascais (Portugal)

El encanto de este pequeño pueblo pesquero Cascais reside en la biodiversidad de la zona; ya que se encuentra a las puertas del Parque Natural Sintra-Cascais, un conjunto de colinas que desembocan en el mar y alberga una gran variedad de especies raras de flores y animales. Además, se puede disfrutar de su oferta de surf, senderismo y ciclismo.