Los cuidados que va a necesitar tu perro con la llegada del otoño

Con la llegada del otoño nuestros perros necesitan de ciertos cuidados extras para afrontar con éxito el cambio de estación.

Por Cristina Soria

A partir de ahora veremos cómo poco a poco el verano va quedando atrás. Esto implica una bajada de las temperaturas y menos horas de luz al día. Esto cambios afectan al organismo de nuestro perro, que tendrá que prepararse para el cambio de ciclo. Es cierto que para ellos, como animales domésticos, los cambios no son muy bruscos, ya que la mayoría vive en pisos acondicionados con calefacción, luz artificial y todo tipo de comodidades. Pero es conveniente estar atentos a lo que supone para ellos una nueva estación y así cuidarles como se merecen.

Llega la muda del pelaje con el cambio de estación

Mudar el pelo cuando cambia la estación es algo común en los mamíferos. Lo han hecho desde siempre para adaptarse a la nueva climatología, y eso no ha cambiado a pesar de haber sido domesticados y tener un hábitat favorable.

A día de hoy, al depender de personas que les cuidan, ya no tienen la necesidad de adaptarse al medio, porque en una casa lo habitual es que siempre dispongan de una temperatura adecuada. Por eso, aunque siguen cambiando el pelo, los perros que viven en casas suelen tener mudas menos marcadas y que se prolongan más en el tiempo. Y el caso es que, independientemente de la raza, todos los perros cambian su pelaje al inicio de estación, especialmente en otoño y primavera.

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Lo que tenemos que hacer para garantizar que el pelaje de nuestro perro se mantenga sano y fuerte es cepillarlo a diario. Así ayudaremos a que su piel y su pelo, que se encuentran al máximo de actividad, lleguen en excelentes condiciones al invierno. Consulta con tu veterinario si es necesario que uses algún producto específico que garantice su limpieza y nutrición.

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Con el frío bajan las defensas

Al igual que nos ocurre a las personas, los perros pueden sufrir una bajada de defensas a causa de los cambios bruscos de temperatura. Y del mismo modo que nosotros quedan expuestos a todo tipo de virus y bacterias que anden al acecho.

Uno de los principales riesgos para un perro perfectamente sano que sufre una bajada de defensas es sufrir la temida leishmaniosis, siempre dispuesta a atacar a un sistema inmunológico que baja la guardia. Consulta a tu veterinario, antes de la llegada del frío, si considera necesario realizarle un test a tu perro que pueda detectar si hay presencia del parásito que provoca la leishmaniosis, de forma que puedas evitar una sorpresa desagradable.

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Por otro lado, la humedad es tan peligrosa como el calor para la proliferación de pulgas y garrapatas, por lo que no dejes de hacerle todos los controles que sean necesario y revisa a menudo que está libre de parásitos.

Evita el sobrepeso y tonifica los músculos

El otoño es la época ideal para poner a nuestro perro en forma, ahora que el intenso calor veraniego queda atrás y aún no ha llegado el frío invernal. En ambos casos de temperaturas extremas es normal que tu perro (y tú) sienta cierta pereza y rehúse el ejercicio físico.

Pero el sobrepeso es un problema muy serio para los perros, y el otoño y sus temperaturas suaves nos invitan a disfrutar de largos paseos y de tardes de juego en el parque. Adapta la actividad física a la raza de tu perro, su peso, edad y estado de salud, y disfrutad de este etapa estacional.

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