Yoga para antes de ir a dormir

Por hola.com

Hay veces que un exceso de cansancio físico y tensión muscular nos impide conciliar el sueño. De hecho, cada vez es más frecuente y en los últimos años se ha producido un aumento de las visitas al médico por insomnio. Hoy te proponemos una solución: yoga para reducir la tensión muscular.



Como ya sabes, el insomnio es la incapacidad para dormir o permanecer dormido lo suficiente para sentirse descansado. Durante el sueño predomina el sistema nervioso parasimpático sobre el simpático. El hombre se retira del mundo exterior para enfocar toda su actividad biológica en los procesos de construcción de las células y sus tejidos. Ni qué decir tiene que si no podemos dormir y descansar, esta restauración o reparación de nuestro organismo no se produce, más bien al contrario, se produce un mayor desgaste en todos los sentidos.

¿Por qué el yoga?

El insomnio suele afectar a personas cuyo sistema nervioso está excitado permanentemente. En este sentido, la simple práctica de yoga activa el sistema nervioso parasimpático y desconecta el simpático, ese que nos prepara para huir.

La práctica de yoga hace aumentar los niveles de melatonina, una hormona que segrega la glándula pineal y ayuda a regular el reloj interno. Los niveles de melatonina suben de manera natural durante la noche y bajan durante el día, debido a que su secreción se inhibe con la luz.

El yoga enseña y promueve la respiración lenta y profunda, lo cual puede elevar los niveles de dióxido de carbono, un sedante natural que ayuda a dormir. Cuando la respiración es rápida y poco profunda, se pierde CO2 y resulta más difícil dormirse.

La mejor postura para conciliar el sueño


Viparita karani o postura de la media vela. Coloca un cojín grueso transversalmente pegado a la pared. Siéntate sobre él, apoya la espalda en la cama y eleva las piernas para apoyarlas extendidas en la pared. Puedes sujetarte los muslos unidos con un cinturón para que la postura sea más relajada. La pelvis debe quedar apoyada sobre el cojín y bien cerca de la pared, la espalda sobre la cama, de modo que tu zona lumbar dibuja un suave arco.


¡¡Dulces sueños!!