Ser embajadora de una firma cosmética, en ocasiones, va más allá de protagonizar las campañas de publicidad de dicha marca. Hay veces en las que conlleva implicarse en todas las iniciativas, muchas de ellas solidarias, que las grandes casas cosméticas ponen en marcha. Es el caso de la carrera anual EIF Revlon Run/Walk for Women, que tuvo lugar ayer en Nueva York y que contó con unas madrinas de auténtico lujo, Olivia Wilde y Emma Stone. Las dos actrices son los rostros de la firma Revlon, y no dudaron en calzarse sus deportivas más cómodas y ponerse a correr por las calles de Manhattan –desde Times Square con la indispensable lluvia de confeti hasta terminar en Central Park- con un objetivo solidario: recaudar fondos a favor de la lucha contra el cáncer en la mujer.
“Cuando me trasladé a Los Angeles hace años, una de las primeras cosas que hice fue participar en esta carrera. Recuerdo qué conmovedor fue estar entre miles de supervivientes de cáncer, pacientes y sus seres queridos. Ahora tengo el privilegio de ser la coanfitriona de esta carrera en Nueva York. Es verdaderamente una de las mejores partes de mi trabajo como embajadora de Revlon y deseo que tengamos un récord de participantes y de fondos recaudados”, apuntó Olivia Wilde -que acudió luciendo su nueva melena rubia- antes de la carrera. “Como la de tantos otros, he tenido casos de cáncer cerca en mi vida, así que esta carrera está muy cerca de mi corazón y es una gran razón por la que yo quería convertirme en embajadora de Revlon. Es un honor formar parte de este evento”, comentó por su parte su colega Emma Stone.
Una iniciativa veterana
Desde que en 1994 se pusiera en marcha esta iniciativa, esta marcha solidaria ha contado en ediciones anteriores con la participación de numerosos rostros conocidos que han querido apoyarla. El próximo domingo, será la ciudad de Los Angeles la que verá cómo sus calles se llenan de corredoras dispuestas a darlo todo poniendo su pequeño granito de arena contra el cáncer –está previsto que en la ciudad de la costa Oeste sea Halle Berry la anfitriona, papel al que está acostumbrada, pues ya ha participado en cinco ediciones anteriores-. Y el resultado es que más de 65 millones de dólares se han recaudado a lo largo de estos años en las carreras de Nueva York y Los Angeles, y se han destinado a proyectos de investigación y tratamiento de la enfermedad.
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