Llegan fechas en las que los días se hacen más largos, el termómetro comienza a subir y todos parecemos estar de mejor humor. Pero la ya cercana primavera no trae sólo buenas noticias y, sin duda, una de las menos agradables para muchos son las alergias. Los efectos de un invierno muy suave, con temperaturas atípicas para estas fechas, hacen que, en este 2007, los primeros casos de alergias se hayan adelantado. Y, además, este año, los expertos en alergología pronostican una estación complicada en nuestro país. ¿El motivo? Según la predicción de la Sociedad Española de Alergología (SEAIC), las concentraciones de polen de gramíneas pueden duplicar las que se dieron el pasado año. "Como consecuencia de las lluvias registradas en los últimos meses, se prevé una primavera de polinización intensa", apunta el doctor Javier Subiza, coordinador del Comité de Aerobiología de la SEAIC.
Así, se prevén concentraciones de hasta 7.000 granos por metro cúbico en los meses de abril y mayo, sin duda los más complicados, en la mayor parte de la zona centro de la península. Los expertos hablan de que se sufrirán las concentraciones más altas de los últimos 30 años. Por ello, desde la SEAIC no pretender alarmar a la población, sino advertirla de que tiene que estar alerta.
En España hay cerca de seis millones de pacientes alérgicos al polen, y padecen unos síntomas muy concretos y reconocibles: picor de ojos, enrojecimiento, lagrimeo, estornudos, congestión y picor de nariz. Las gramíneas son el polen que más afecta a la población española (87%). Pero el problema es que la mayor parte de los alérgicos está sensibilizado a más de un tipo de polen, entre los que se encuentran el olivo (43%), la quenopodiácea (27%), el plátano de sombra (22%), las cupresáceas (13%) y la parietaria (11%).
Pero, además, en las grandes ciudades se añade otro problema: la contaminación. Si se suma la escasez de lluvias con la contaminación ambiental, el cóctel puede ser bastante peligroso. De hecho, provoca que cada vez se manifiesten las alergias más temprano, durante los primeros meses del año, anticipando la temporada. Para tratar este problema, los expertos insisten en que es básico cumplir las pautas de medicación marcadas por el alergólogo, especialmente en los casos de asma, y recurrir a la vacunación.
El tratamiento con fármacos debe orientarse a aliviar los síntomas de la alergia con rapidez y efectividad, mejorando la calidad de vida de pacientes que buscan olvidarse de efectos secundarios muy molestos, como puede ser la somnolencia. Aunque no evitan su aparición, sí que se pueden reducir los síntomas con algunas medidas, como pueden ser el uso de gafas de sol, ventilar las casas a la caída del sol y no por las mañanas, subir las ventanillas del coche y evitar los parques y zonas con mucha vegetación. Si cada año se enfrenta a este problema, ante todo, extreme los cuidados y tenga paciencia.
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