Las madres y los niños son los protagonistas del Día Mundial de la Salud de este año, que se celebra el 7 de abril. ¿La razón? La Organización Mundial de la Salud pretende poner de relieve las crisis sanitarias invisibles que provocan la muerte de mujeres que dan a luz y de niños pequeños. De ahí la elección del lema en esta ocasión, "¡Cada madre y cada niño contarán!".
En esta ocasión, la OMS cuenta con una portavoz de excepción, la modelo Liya Kebede, que se ha convertido en el rostro de esta campaña y ha colaborado con la organización en la campaña de concienciación. La famosa modelo etíope ha sido nombrada Embajadora de Buena Voluntad para la Madre, el Recién nacido y la Salud Infantil. Liya, que es madre de un niño, ha vivido de cerca los problemas de algunos de los niños de diferentes países pobres.
A la hora de escoger este tema en esta ocasión, se han tenido muy en cuenta los datos: cada minuto muere una mujer por complicaciones durante el embarazo y el parto, lo que significa que 1.400 madres mueren al día y más de medio millón mueren todos los años y, a la vez, 10,6 millones de niños fallecen cada año, el 40% de ellos durante el primer mes de vida, casi siempre debido a una mala salud, a una alimentación deficiente o a una asistencia sanitaria inadecuada. De nuevo se observan las grandes diferencias existentes, pues la balanza se torna de nuevo negativa en los países en desarrollo, donde se producen la mayor parte de esos fallecimientos, sin duda, evitables. El objetivo, es, no hay duda, intentar poner freno a esta situación, garantizando unas mejores condiciones de salud para las madres y para los niños en sus primeros años de vida.
En la OMS son conscientes de que el bienestar de la sociedad está directamente relacionado con la salud y la supervivencia de las madres y los niños. Por este motivo, se pretende sensibilizar a la población sobre esta situación en este día.
