Infecciones gastrointestinales, como gastroenteritis, diarreas, empachos (22%). En este caso, hay que evitar las comidas que no ofrecen suficiente confianza, no consumir alimentos crudos y leche no pasteurizada, prestar especial atención al consumo de mariscos, pelar la fruta y consumir sólo agua controlada.
Infecciones de oídos y respiratorias (16%). Hay que intentar bañarse en aguas bacteriológicamente garantizadas y evitar que el agua permanezca en los oídos después del baño.
Lesiones traumáticas (14%). Conviene evitar excesos físicos sin la preparación adecuada, además de realizar un entrenamiento previo a las vacaciones.
Picaduras de insectos, medusas (11%). Para evitarlas, hay que usar repelentes y protegerse con ropa adecuada, con manga larga, pantalón largo, pañuelos , sobre todo en los destinos más complicados.
Otros: apendicitis, descompensación de problemas crónicos (10%). En este caso, es aconsejable realizar una revisión médica antes de emprender un viaje si padece una enfermedad crónica y evitar viajes después de una operación quirúrgica o una enfermedad severa sin consultarlo con el médico.