El 'Anuario Social de España', publicado estos días por la Fundación La Caixa, ha realizado un estudio sobre la calidad de vida de las comunidades españolas, atendiendo a diversos valores sociales como: renta, empleo, educación o salud. Por un lado, el informe analiza los desequilibrios autonómicos, y por otro, señala la diferencia entre el índice de bienestar y el de salud, que pese a lo previsto, no siempre caminan paralelos.
De hecho, las comunidades con mayor grado de prosperidad, atendiendo a parámetros económicos, son Madrid, Cataluña y Navarra, mientras que las autonomías más 'saludables' son Extremadura y Andalucía, paradójicamente, las menos favorecidas en cuestiones de riqueza. Y es que, tal y cómo dice José Vicens, director del estudio realizado, "tener muchas camas y médicos y la mejor tecnología no equivale a un mayor grado de salud", de manera que el nivel de renta de una zona no asegura que sus habitantes estén más sanos.
Para valorar el grado de salubridad, se han tenido en cuenta factores como: la esperanza de vida, la tasa de mortalidad, el cáncer o el SIDA, de lo que se deduce, según explica Vicens, que la cuestión de la sanidad no reside sólo en los recursos materiales, ya que los datos epidemiológicos son los que pesan más. En cualquier caso, los autores del estudio dudan de que el mapa de bienestar social coincida con la felicidad de los habitantes, puesto que esta última es subjetiva, y los informes sólo arrojan datos concretos.
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