Zapatero: ¿en la habitación infantil o la entrada?
Lo más acertado es que todos los zapatos de la temporada estén en un mismo lugar, en una o dos baldas en la parte baja de su armario o del mueble de la entrada de casa, en un cajón inferior o en un pequeño mueble zapatero. El infante debe ser capaz de acceder a ellos fácilmente porque si no, en vez de guardarlos, acabarán, probablemente debajo de la cama, debajo del sofá, o tirados por algún lugar de la casa.
Al debate de su ubicación ideal, desde la perspectiva personal de la experta, “asignarles un cajón de un mueble zapatero situado en el recibidor es la opción que más defiendo, porque integra el quitar/poner/guardar el calzado en una rutina muy concreta (es como el ritual de bienvenida a casa): cuando entramos en ella, nos quitamos los zapatos, los guardamos en el mueble que está ahí mismo, colgamos la chaqueta en el colgador y vamos al baño a lavarnos las manos. Es un patrón de conducta que acabamos repitiendo automáticamente, sin pensar. En realidad, fomentar el orden en menores va de eso, de crear patrones de conducta que se apoyen en ese orden que se normalicen y acaben siendo naturales para ellos”.
En el proyecto de reforma del piso de la imagen Destudio Arquitectura incorpora en la entrada de la casa el zapatero, un mueble para los abrigos, un espejo para darse un último vistazo antes de salir de casa y un banco para poder calzarse y descalzarse cómodamente.
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