El pasado mes de julio conocimos el fallecimiento de Ivana Trump a la edad de 73 años, víctima de un accidente en su casa de Nueva York. A la vista de su biografía puede decirse que tuvo una vida bastante intensa, a todos los niveles. Y es que si hay un adjetivo con el que se pudiera calificar a la que fuera la primera mujer del expresidente Donald Trump sería el de polifacética. Madre de los tres hijos mayores del expresidente de EEUU (Donald Jr., Ivanka y Eric) fue esquiadora, modelo, empresaria, decoradora, diseñadora de moda, escritora y, sobre todo y ante todo, una de las grandes reinas de la jet set de neoyorquina.
Dueña de un patrimonio que roda los 32 millones de euros, Ivana Trump dejó atado y bien atado su testamento, que se hizo público recientemente. Y gracias a él supimos que han sido sus tres hijos los grandes beneficiarios, aunque también dejó su parte a dos personas que tuvieron gran relevancia en su vida, y ninguna de ellas fue precisamente Donald Trump.
Un distrito de lo más exclusivo
Pues bien, sus hijos han heredado su espectacular mansión de Nueva York (ubicada en el Upper East Side, uno de los distritos más exclusivos de Manhattan) y la han puesto a la venta, según la inmobiliaria TopTenRealEstateDeals.com por la nada despreciable cifra de 24.261.873 euros. Un precio que responde no solo a la vivienda, sino también a la zona en la que se encuentra, entre la Quinta Avenida y Madison Avenue. Justo enfrente se halla la antigua mansión de la que fue una de sus grandes amigas, Donatella Versace, además de estar a tiro de piedra de Central Park, el Metropolitan Museum y de las tiendas y restaurantes más lujosos de la ciudad. Eso sin contar con que en este distrito te puedes encontrar con personalidades de la talla de Mariah Carey, Ricky Martin, Samuel L. Jackson, Mia farrow o Drew Barrymore.
Solamente contemplar la fachada de esta casa, construida en piedra caliza en 1879, con sus columnas rematadas por un frontón y el ábside semicircular con ventanas coronadas con motivos de inspiración necoclásica, podemos hacernos una idea de la opulencia que acompañó la vida de Ivana Trump. La que fuera su vivienda principal (y que compró tras divorciarse de Donald Trump) consta de seis pisos y tiene alrededor de 811m2, cinco habitaciones, cinco cuartos de baño, un aseo, sala de cine, sauna sueca, terraza y jardín.