Si hay un equipamiento para el hogar cuya elección debe ser absolutamente personal y meditada, sin tener en cuenta las modas o las recomendaciones de familiares o amigos (por bienintencionadas que sean), ese es el sistema de descanso. Acertar con el colchón resulta vital para disfrutar de un sueño verdaderamente reparador, que nos permita encarar el día en las mejores condiciones así que, si estás planteándote renovar el tuyo, olvídate de cuestiones como el precio o la costumbre y trata de identificar cuál es el que mejor se adapta a ti. ¿Cómo? Desde la asociación Asocama recomiendan probar cuantos sean necesarios y acudir a un especialista que te ofrezca la asistencia necesaria para encontrar tu colchón ideal. Y desde aquí te listamos los aspectos fundamentales a considerar al iniciar la búsqueda. Es una pieza que te va a durar en perfectas condiciones entre los 8 y 10 años, ¿toca renovar el tuyo?

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Conócete a ti mismo

El antiguo aforismo griego puede servirnos como punto de partida para analizar una serie de cuestiones en las que puede que no hayamos pensado antes. Así, los expertos proponen plantearnos preguntas como, por ejemplo, nuestra postura al dormir, nuestra complexión, si nos movemos mucho durante la noche, el grado de firmeza preferido, cuánto pesamos y medimos, si somos calurosos o frioleros, si dormimos solos o acompañados… Cada una de las respuestas nos dará argumentos para ir decantándonos hacia un tipo u otro de colchón, aunque, por supuesto, lo que deberá decidir la elección son las sensaciones al probarlos.

El dormitorio de la imagen es un proyecto de la interiorista Anna Feced.

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¿Cómo duermes?

La firmeza media en un colchón asegura que se respeten las curvas naturales del cuerpo ya que, si un colchón es muy duro o demasiado blando, la espalda adopta posturas forzadas mientras reposa. No obstante, ten en cuenta que, tanto si te gusta dormir boca arriba como boca abajo, se aconseja un grado superior de firmeza frente a los recomendados si lo haces de lado.

El peso y la complexión también tienen mucho que decir a la hora de elegir el grado de firmeza de un colchón, puesto que un mismo modelo no ofrecerá el mismo grado de sujeción a una persona más voluminosa (que requerirá un mayor nivel de firmeza) que a una más ligera (para la que se aconseja una pieza más flexible y mullida).

Cada vez son más las firmas que permiten personalizar los colchones. Por ejemplo, lo hace la marca sueca Hästens.

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Evita ‘tensiones’ en la pareja

Si duermes en pareja, hay que prestar atención al hecho de que el colchón sea capaz de absorber el movimiento, de manera que los cambios de postura de la otra persona no nos molesten. Esto es especialmente importante cuando hay una gran diferencia de pesos entre cada uno de los usuarios de la cama, o en el caso de que una de las personas se mueva mucho durante la noche, situaciones en las que puede ser recomendable, por ejemplo, un colchón de muelles ensacados combinados con espuma viscoelástica.

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Ni frío ni calor

Sentir frío o calor durante la noche hace que se alteren las fases naturales del sueño, por lo que el colchón ideal debe ser capaz de regular la temperatura perfecta y, por supuesto, ser transpirable. Si bien los colchones de muelles son los que, a priori, ofrecen una mejor ventilación (frente a los viscoelásticos y de látex, que serían más cálidos), lo cierto es que los avances en los materiales empleados en los colchones en la actualidad incluyen algunos con funciones termorreguladoras de última generación.

El colchón ‘iBed’, de la firma madrileña Flex, es el primer colchón ‘inteligente’ totalmente personalizable a través de una app que permite ajustarlo a nuestros deseos y monitorizar la calidad del sueño. Así, se adapta dinámica y automáticamente a tu morfología y comportamiento mientras duermes a lo largo del tiempo.

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Presta atención a los materiales

La oferta de materiales, tecnologías y, sobre todo, las múltiples combinaciones de estos dan lugar a una infinidad de variedades de colchones que hace más compleja la elección final. Una buena combinación de capas de materiales es la responsable de que el colchón adquiera el efecto deseado de comodidad y elasticidad y que puedan ‘personalizarse’ a la medida de los gustos y las necesidades de cada usuario.

A efectos prácticos, puede hacerse una clasificación de los tipos de colchones diferenciando entre: los de muelles, los de espuma (entre los que se contarían los viscoelásticos) y los de látex. Aunque, insistimos, en la mayoría de casos se trata de colchones híbridos que mezclan más de uno.

El colchón de Senttix ‘Quiétude’ (en la imagen), con núcleo de muelles ensacados multispring con tres zonas diferenciadas para el descanso y firmeza media, incorpora probióticos que migran del colchón a la piel mejorando la firmeza, la elasticidad y los signos de fatiga, además de tejido con filamentos de carbono que protegen contra la contaminación electromagnética y descargan la electricidad estática.

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Colchones de muelles

Transpirables, duraderos y con una elevada independencia de lechos, en la actualidad, los más populares son los de muelles ensacados, en los que cada muelle se encuentra ‘encapsulado’ de forma independiente en una capa de tejido. La principal ventaja de este sistema es que hace posible que cada muelle actúe de manera independiente, ofreciendo una gran libertad de movimientos, por lo que son una excelente opción para colchones dobles destinados a parejas en las que existen diferencias importantes de peso entre las dos personas.

En cualquier caso, sobre los muelles se suelen disponer diferentes capas de espuma o viscoelástica, dando lugar a propuestas tan adaptables y confortables como transpirables.

Desde Pikolin, firma especialista a la que pertenece el modelo de la imagen (de venta en Conforama, como el canapé abatible), aconsejan fijarse en la cantidad de muelles (más de 220 garantizan un buen descanso) y el tipo de unión que tienen, para asegurarse de que los movimientos no se trasladan de un lado a otro.

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Colchones viscoelásticos

Dentro de las espumas, la viscoelástica es una de las que mejores prestaciones ofrece, ya que se trata de un material muy adaptable, que reacciona al calor corporal y reduce los puntos de presión en las zonas de más peso. No obstante, suele combinarse o bien con muelles (como se ha comentado en el punto anterior) o con espumas HR (High Resilience).

La cantidad de viscoelástica incluida en las capas de este tipo de colchón se mide en kg/m³ y cuanto mayor es, mejor será su calidad. A modo orientativo, se aconseja que esta cifra se sitúe entre 45 y 80 kg/m³.

El colchón de la propuesta es ‘Deluxe Premium’, de la firma española con sede en Granada LoMonaco, y ofrece una independencia de lechos más marcada y está diseñado con siete capas para combinar gran confort, alta ergonomía y termorregulación.

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Colchones de espuma

Las espumas HR pueden constituir colchones por sí mismas, cuyo núcleo está formado por un bloque de espuma de célula abierta, que da lugar a colchones muy adaptables que pueden presentar diferentes niveles de firmeza (firme, medio y suave) y que pueden combinarse también con diferentes capas de confort para contrarrestar su principal inconveniente: son poco transpirables. Constituyen la opción más económica y se recomiendan para camas de uso esporádico.

En la imagen, detalle del interior del colchón de espuma firme ‘Åkrehamn’, de Ikea, de 20 cm de alto con 3 capas de confort y soporte (combina espuma HR con viscoelástica). La cama con cojines en el cabecero es también de la firma sueca, su modelo ‘Björksnäs’.

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Colchones de látex

El látex es un material natural e hipoalergénico, que se obtiene de la resina de un árbol tropical, aunque también hay versiones sintéticas, más económicas. Se trata de un material elástico que ofrece una óptima adaptación al contorno del cuerpo, algo más firme que la de la espuma viscoelástica, y está especialmente recomendado para somieres articulados. En su contra presenta el hecho de ser bastante pesado, lo que hace difícil voltearlo para mantenerlo en perfectas condiciones.

El de la fotografía es una propuesta de látex natural vegetal firme, de cinco zonas, de venta en La Redoute Interieurs, al igual que el somier tapizado.

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Pruébalo a conciencia

Más allá de los materiales o sus características técnicas, la mejor forma de saber cuál es nuestro colchón ideal es poder dormir en él, por obvio que parezca. Es por eso por lo que los expertos aconsejan elegir firmas que ofrezcan períodos de prueba tras la compra, con la posibilidad de devolución en caso de que no nos convenza el colchón. Y es que, probarlo unos minutos con ropa y zapatos no es lo mismo, aunque el que la superficie nos ofrezca una acogida mullida y un reparto progresivo del peso, nos puede dar una pista de cuál es el modelo adecuado para nosotros.

Elegir piezas de calidad, con una buena garantía que las respalde, son otros indicativos que te pueden ayudar en la elección.

El colchón de la imagen, de la firma valenciana Senso G, mezcla la espuma viscoelástica con microgel y efecto látex en sus 4 capas para combinar lo mejor de cada uno de estos materiales.

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Un colchón ‘de pasarela’

Por último, si la estética del colchón resulta importante para ti, encontrarás propuestas muy decorativas, a cuadros, a rayas o con motivos alternativos a los geométricos.

El vistoso modelo de la imagen reclama que la belleza no esté solo en el interior; en rojo tiene la tapa estampada en mikado floral y el ribete azul de pasamanería. Este es el último lanzamiento de Bedland y su diseñador ha sido el prestigioso modisto Lorenzo Caprile. La pieza es tan bella que te apenará vestirla con ropa de cama.

El elegante y provocador modelo ‘Caprile’ cuenta también con un interior de lujo: con 7 cm de viscoelástica CeA de máxima calidad, para adaptarse a la perfección a la forma de nuestro cuerpo, proporcionando una gran sensación de confort. Además, al utilizar materiales de célula abierta es altamente transpirable, garantizando la plena circulación del aire durante las horas de sueño.

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