Oscuro, compartimentado, antiguo… Un piso que necesitaba una reforma y que tenía un gran potencial. Así lo vio Estudio Amäika cuando cayó en sus manos. Ya lo visualizaban renovado, a través de una reforma integral, con espacios más comunicados y lógicos y tonos claros y luminosos. Solo había que ponerse manos a la obra.

El antiguo salón de la casa

Muebles pesados, voluminosos, colores apagados, poca luz y mucho ruido visual. El aspecto de la vivienda antes de la intervención del estudio de interiorismo representaba el aspecto de una casa antigua en la que no se cuidaba la decoración desde hacía muchos años.

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Un cambio de distribución con la reforma

Estudio Amäika afrontó la reforma integral de este piso vizcaíno de ubicación céntrica en Gernika-Lumo. 115 metros cuadrados distribuidos en cuatro habitaciones con salón, cocina amplia y un único baño. "La casa necesitaba una reforma integral completa, así que se modificó la distribución. Se trataba de una segunda vivienda y lo que nos pedían era que tuviera tres habitaciones, cocina cerrada, un salón amplio con comedor para reuniones familiares y dos baños completos con ducha", apuntan.

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Antes y después del salón-comedor

Aquí se aprecia la amplitud del salón, al ganar el espacio que antes ocupaba otra habitación pequeña. Comedor y salón comparten ambiente ahora mismo con conexión con el recibidor y zona de paso hacia la cocina y las habitaciones. Los tonos naturales predominan en este ambiente compartido, con mucho blanco y tonos tierra suaves. En el estar, se añaden notas en azul verdoso suave y en el comedor, delimitado por el papel pintado de la pared y la iluminación, se elige una mesa rectangular de comedor con sillas de fibra.

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Zona de paso aprovechada

El salón queda amplio y abierto y la luz del ventanal se distribuye. Aquí se ve cómo se eliminan tabiques para conectarlo con una zona de paso, resuelta con un mueble de almacenaje a medida entre dos puertas, la del aseo de cortesía y la de la cocina. "En la reforma mantuvimos tres dormitorios y ganamos un comedor con una cuarta habitación que ahora se integra en el salón. El segundo baño se sacó en el recibidor porque nos encontramos con que ese espacio era muy grande. En este baño de cortesía se instala la lavadora", explican desde Estudio Amäika.

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Baño y lavadero

Concebido como espacio de cortesía para visitas pero también como lavadero. Por eso se diseña con la lavadora integrada. Al contar con ventanas, el espacio permite tender directamente en ese lado al exterior. Los muebles en color blanco resultan ligeros y el papel de las paredes, de motivos vegetales en tonos verdosos, da calidez y "recoge" todo el espacio de planta irregular.

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Una distribución cómoda para el día adía

"Tras nuestra intervención, la distribución resultante es bastante cómoda, quedando la zona de día de cocina-salón-comedor a la entrada, con un baño y la habitación principal. El resto de dormitorios y el segundo baño se ubican en el otro lado de la casa, con las ventanas orientadas al patio y no a la fachada principal como el resto de estancias", detallan las diseñadoras de interiores. Aquí se aprecia el cambio antes y después de la zona de paso.

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La cocina reduce sus dimensiones y, aun así, queda suficiente

"La cocina original de la vivienda era muy grande, así que la hicimos más pequeña (incluso manteniendo una pequeña mesa de comedor para diario), dándole una ventana al baño de cortesía y lavadero y, por otro lado, sacando armarios de almacenamiento al pasillo", comentan desde Estudio Amäika. Esta imagen muestra el mueble a medida en la zona de paso y el acceso a la cocina que cuenta con muebles enfrentados en paralelo en color blanco y una zona de comedor de diario al fondo. El frente de muebles en columna integra los electrodomésticos.

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Antes y después de la cocina

Este es el acceso principal a la cocina desde la zona de día, con los muebles instalados en paralelo y el office al fondo (este cuenta en el lateral derecho con otra puerta de acceso a la zona de dormitorios). El acceso a la cocina por este lado se hace a través de una puerta corredera de cristal con perfilería mínima en color blanco, todo de suelo a techo, con guía encastrada en el techo. A pesar de haber reorganizado los metros de la cocina para ganar funcionalidad y otras estancias o elemento útiles para los nuevos propietarios, continúa sintiéndose espaciosa. El papel pintado de la pared rompe la monotonía del color blanco con acierto.

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La conexión de la cocina con la zona de las habitaciones

Este es el paso desde la cocina, a través de una puerta batiente de cristal al pasillo que conduce a las habitaciones. La elección de una puerta de este tipo, con una perfilería mínima en color blanco, permite disfrutar del papel pintado de la pared, aún con la puerta abierta.

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Una zona de paso con armario de almacenaje

En esta otra zona se aprecian las dos entradas de la cocina, en primer plano la que cuenta con puerta corredera y queda cerca del salón-comedor. Y al fondo, a la izquierda, el paso con puerta batiente, más cercano a los dormitorios. Entre medias, en la pared, el frente de armarios ganados a la antigua cocina que, ahora, favorecen que se perciba el pasillo más corto.

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Antes y después del pasillo

"Nuestra clienta quería una piso cálido con papeles en paredes, suelo de madera, detalles en madera y blanco, notas en ratán…" y todo ello ha tenido cabida en el proyecto, tal y como indican sus responsables. En esta imagen se muestra el cambio del pasillo que comunica con las habitaciones. Se ha decorado con papel pintado imitación tejido en la parte superior de la pared y un zócalo con molduras en blanco, en la inferior.

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La transformación de los dormitorios

"Optamos por un suelo vinílico en toda la vivienda (incluyendo cocina y baños) para así unificar los espacios y dar esa sensación de calidez que quería la clienta", explican desde Estudio Amäika. La gama cromática de la zona de día se repite en los dormitorios, cada uno con matices concretos de color que personalizan. En este dormitorio, la tira led instalada en la unión de la pared del cabecero y el techo crea un ambiente agradable. Se completa la decoración con papel pintado de motivo discreto en la pared del cabecero, mesitas de noche y apliques instalados a cada lado de la cama. El armario se encuentra al pie de esta.

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Con mucho almacenaje

En el mismo dormitorio se ha diseñado un frente de almacenaje con armario con puertas, cajones y una hornacina central para instalar el televisor y que sirve como mueble de apoyo. Esta destaca con un revestimiento en madera que marca el contraste en un frente lacado en color blanco.

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Un interesante juego de luces

En todo el proyecto, las diseñadoras de Estudio Amäika dieron mucha relevancia a la iluminación, utilizando luz led en foseados de techo y luz puntual con focos empotrados, apliques y lámparas. En este otro dormitorio, la pared principal se decora con papel pintado con textura en color, un cabecero a medida de lado a lado de la estancia, en blanco, que acoge las mesitas de noche. Al pie, una composición de almacenaje similar a la del dormitorio anterior.

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Un baño con ducha y baldosa con estampado floral

El segundo baño mantiene la estética del primero, pero en este caso cuenta con inodoro y bidé, instalados en línea con el mueble en madera del lavabo. Un murete a media altura separa esta zona de la ducha. Y aquí, el estampado floral también está presente en las paredes, pero con una baldosa que parece papel pintado.

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