Las cocinas se han reinventado. Y es que en los últimos tiempos, esta estancia, que antes quedaba relegada a un segundo plano de la vida familiar, ha cobrado muchísimo protagonismo tras abrirse al resto de la casa. Por eso, la manera de decorarlas ha cobrado tanta importancia que su planificación pasa por integrarla con el resto de la decoración. Y, aunque las cocinas blancas siguen ocupando el podio, otros materiales y soluciones son las que van abriéndose paso. Todas estas casas cuentan con cocinas abiertas y están llenas de ideas. Tantas que ¡te darán ganas de tirar los tabiques de la tuya! Aquí vemos un proyecto de Coblonal Interiorismo y en la foto de apertura, de Laura Martínez Interiorismo. 

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Una cocina en nogal que se integra en la decoración

Si no te lo decimos, ni lo adivinas. Pero los muebles de nogal que ves al fondo de este salón son los de la cocina abierta de esta vivienda unifamiliar. Para integrarla mejor en la decoración, el Estudio de Interiorismo de PortobelloStreet.es, prescindió de colocar tiradores, haciendo su imagen mucho más limpia, elegante y sofisticada. Sus armarios están planificados en un solo frente, con una península que hace de transición entre la cocina y el office. La continuidad la vemos en las mesas de centro y la de comedor, que cuentan con la misma madera de nogal en sus patas.

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De estilo retro

Para no enfrentarse con el estilo retro de este salón abierto a la cocina, los muebles se planificaron también en madera. En un solo frente, son suficiente para un piso pequeño como este diseñado por el estudio de interiorismo Cuarto Interior. Para llenarla de más clase, si cabe, la encimera y antepecho son de un mármol claro que queda genial con los muebles de madera de la cocina. Para dar unidad, pequeños detalles en negro se han colocado estratégicamente. No podemos dejar de hablar de las sillas de estilo retro tapizadas con terciopelo de color verde, que ponen la guinda chic al conjunto. 

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Abierta, pero funcional

En plantas estrechas, cuando además la entrada de la casa se encuentra al lado de la cocina, tirar el tabique que separa esta del pasillo no solo llenará de luz todo el espacio, sino que lo ampliará y ganarás metros. Es lo que hizo Tinda’s Project Interiorismo en esta casa de dos plantas. Así queda comunicado con el salón y el recibidor, haciendo de varias estancias una sola. Para potenciar esa luminosidad, también se colocó un panel de cristal en la escalera, que ayuda a que todo se vea aún más grande. Por cierto, ¿te has dado cuenta de que las lamas del suelo están colocadas en horizontal? Así se evita que la estancia se perciba demasiado alargada y, en cambio, parece más ancha. 

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Usa la isla como elemento separador

Al abrir la cocina al salón, es importante contar con elementos que diferencie los espacios, de manera que, aunque estén unidos sus funciones queden delimitadas. Puedes hacerlo con una gran y llamativa isla como la de esta cocina. La interiorista Laura Martínez se decantó por un porcelánico inspirado en el famoso Calacatta Gold que se convierte en el gran protagonista. Además, por el lado del salón, la isla cuenta con armarios y una hornacina iluminada que da calidez a ese lado. Mientras, por el otro, cuenta con cajones sin tiradores y con frentes lisos. 

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Una cocina abierta, pero no

Este dúplex se caracteriza por contar con una planta rectangular y alargada que hacía necesario la instalación de elementos que diferencian los espacios, aunque manteniendo la planta abierta. Para conseguirlo, la interiorista Pia Capdevila planificó una cocina en dos frentes, con una enorme isla en el medio sobre la que se apoya un tabique de cristal a media altura. Un elemento que llama la atención es la continuidad de la encimera en el espacio siguiente mediante un mueble a medida que hace las veces de aparador. 

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Una elegante cocina que pasa desapercibida

Uno de los mayores problemas de abrir la cocina al salón es integrarla en el resto de la decoración con un mobiliario que pase desapercibido y no llame demasiado la atención. Pero, ¿qué pasa cuando hay una columna estructural que no se puede eliminar? Pues puedes hacer como la interiorista Aida Carrillo en esta casa e integrarla en el mobiliario. Lo que ha hecho ha sido colocar el mismo diseño en ambos lados de la misma, extendiendo uno de ellos y convirtiéndolo en una cómoda península que, además, es una barra de desayunos. 

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En esquina y modular

Cuando los pisos son muy pequeños, integrar la cocina con el salón es una de las mejores ideas para sacar partido a los metros y que el espacio se vea mucho más amplio. Una cocina modular puede ser la mejor opción para integrar ambos espacios. Es lo que ha hecho aquí la firma Mobalpa, que ha creado un mobiliario de cocina que se convierte en mueble de televisión. Para diferenciarlos se ha empleado el color. Mientras que los muebles de la cocina son blancos, el de la televisión se ha elegido en color topo. ¡Vaya idea!  

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Cuando las paredes dan la unidad

Otro de los recursos que puedes utilizar para unificar el salón con una cocina abierta son las paredes. Emplear el mismo revestimiento dará unidad al espacio, convirtiéndolo en uno solo. Aquí, el interiorista Mikel Irastorza ha empleado un revestimiento con relieve que sale de la cocina y continúa hacia el salón, aportando homogeneidad, pero también movimiento y un look moderno y actual.  

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En dos acabados y mucho estilazo

Si hasta ahora hemos visto cocinas en madera, blanco, gris y hasta topo, aquí se han empleado dos tipos de acabados para integrar la cocina con el salón. Aquí también juega un papel fundamental la iluminación. Mientras que, por un lado, los plafones de la cocina aportan iluminación a la zona de trabajo de la cocina, las lámparas colgantes sirven de barrera visual entre los espacios. Es un proyecto de Ingrid Matheu Studio.  

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