Una increíble transformación que nada conserva (prácticamente) de la vivienda original. Casi ni se intuye lo que era. Aquí podrás ver el antes y después de la reforma integral de un piso de 130 metros cuadrados, ubicado en la emblemática zona de pintores, de Vitoria -Gasteiz. El objetivo: adaptarse a las nuevas necesidades de sus propietarios y así sacar el máximo provecho a los metros, luz y espacios comunes de la casa.

Salón-comedor con una terraza interior

La vivienda consta de un recibidor, salón-comedor, cocina, cuatro dormitorios y dos baños, uno de ellos en suite. También cuenta con un lavadero anexo a la cocina y una terraza interior de unos ocho metros cuadrados. "Los dueños nos llamaron porque acababan de comprar esta vivienda antigua y desfasada y querían hacer realidad el sueño de tener una casa totalmente pensada y a medida para vivir con sus dos hijos pequeños y en los que crecer juntos. ¡Era importante pensar toda la reforma y coordinarla con la propuesta de muebles y decoración, ya que iba a ser un proyecto llave en mano completo!", explica María Bermúdez, CEO del estudio Quefalamaria (Quefalamaria.com), quien se ha encargado del proyecto y decoración. Los clientes tuvieron confianza ciega en este estudio para que la propuesta englobara hasta el más mínimo detalle.

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Estado del salón-comedor antes de la reforma

El suelo, las paredes, los colores y la distribución. El antes muestra un piso y el después refleja el trabajo de repensar cada área para lograr el máximo aprovechamiento, un flujo de circulación lógico, luminosidad y una vivienda mucho más confortable. Esta imagen muestra lo que ahora es el salón-comedor en el que se han eliminado algunas divisiones, se ha mantenido la terraza interior como fuente de luz natural y se ha abierto una conexión en el tabique de la izquierda.

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La decoración del salón

En el salón, con grandes dosis de luz, se ha colocado un sofá de más de tres metros de largo, con una butaca a juego. Ambos elementos son de Atemporal. La pared sobre el sofá se decora con unos estantes instalados en la pared en "escalera" y que acogen pequeños objetos decorativos que dan movimiento a ese frente sin saturar. Las mesas de centro redondas en dos tamaños también favorecen esa sensación de circulación. En cuanto a los colores, los neutros predominan, con la luminosidad del blanco y detalles en colores lavados que animan el conjunto. No faltan las pinceladas en negro, muy discretas, como nota más actual.

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Detalle de la zona de lectura

Una ligera butaca que se completa con lámpara de pie y mesa auxiliar, que mira a la terraza interior y que, al mismo tiempo, marca la transición desde el comedor -que queda a su espalda- y el estar. La modernidad está presente en el diseño de los muebles, de líneas sencillas. Pero los contornos redondeados de varios elementos suavizan y hacen más cercana la decoración.

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Una terraza mirador a modo de invernadero

Esta imagen muestra el estado del salón reformado, con un mueble de televisión discreto y bajo, en acabado color blanco y madera natural. Esta combinación deja el protagonismo a las mesas auxiliares. Al fondo, la terraza interior se convierte en un mirador y pulmón de la casa, un espacio para relajarse con un sillón colgante y plantas. Se integra en la zona de estar a través de puertas correderas.

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El nuevo comedor, punto de conexión entre zonas

En un lateral del comedor, "unas enormes puertas correderas de cristal marrón fumé, dejan insinuar las habitaciones y la zona de descanso, reduciendo el pasillo a una tercera parte de lo que era antes". Es un diseño de Rimadesio. Con la redistribución de los espacios, el comedor ha ganado presencia al ubicarse en un punto central de la casa, antes invadido por el distribuidor. "Gracias al cambio de distribución, está totalmente conectado con el salón, pero a la vez con la cocina. Es lo que te encuentras nada más entrar a la vivienda, y aunque puede parecer raro al principio, se convierte también en un punto de encuentro, no solo para comer. Se decidió trabajar elementos muy neutros para no recargar este punto precisamente de la casa", detallan desde Quefalamaria. La mesa y las sillas son de Kave Home y las lámparas de Santa & Cole.

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Un mueble a medida con muchas funciones

El salón-comedor se une con la cocina, "creando un espacio que puede ser totalmente abierto o cerrado gracias a dos puertas correderas que se esconden tras un mueble hecho a medida, en el que aprovechamos para esconder un pilar, ubicar el armario escobero, y sacar una preciosa estantería decorativa que da al comedor", explica la interiorista María Bermúdez.

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Antes y después de la cocina

Se mantiene la idea de distribución en línea del frente de trabajo pero cambia por completo su estática. El lavadero se integra más en la cocina. Se incorpora un office y se completa el frente de módulos altos y bajos con uno de muebles en columna. El mobiliario es de Dica y se han usado tres acabados distintos. "De esta manera, la cocina respira el mismo lenguaje que el resto de los muebles del salón-comedor: la madera para los muebles en columna, el color capuccino para los bajos, que le da un toque más sofisticado, elegante y de categoría; y un gris para los muebles altos, y así huir del contraste que hubiese provocado el blanco", añade la decoradora. La encimera se prolonga en el frente hasta las baldas para darle continuidad con un acabado high como es el del mármol tipo Calacatta. "Las estanterías, de roble macizo, liberan la cocina de tanto mueble alto y nos permiten ponerle decoración", concluye sobre el diseño.

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Los muebles de la cocina

Estas dos tomas de la cocina muestran el detalle de los acabados en cada lugar, el diseño variado que enriquece el conjunto, el comedor con mesa adosada al tabique que queda central a cada lado de las dos puertas correderas y el frente de muebles en columna que acogen electrodomésticos. A su lado, sobre la encimera de trabajo, un módulo con persiana para ocultar pequeños electrodomésticos de uso frecuente.

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Cuarto de lavado integrado

La zona de lavandería queda mucho más integrada en la cocina tras la reforma, aunque delimitada en su propio espacio a través de paneles de cristal. Sigue la misma línea que la cocina al hacer coincidir el mismo porcelánico para ambas, de Neolith. Dispone de un tendedero a techo para que su espacio se vea liberado y limpio cuando no se está usando y "es una gran fuente de luz que quisimos conservar, por eso la puerta de acceso es acristalada y corredera", añade María Bermúdez.

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Una entrada reorganizada para mejorar la distribución general

La distribución sufrió una gran transformación. Quefalamaria reorganizó el vestíbulo "para comernos parte de un largo pasillo que nos estaba limitando mucho a la hora de tener baños y habitaciones más amplias y creamos un único acceso al salón comedor, desde el cual se distribuiría después la zona de día y la de noche". Con este cambio se logró un recibidor mejor distribuido y una cocina más amplia y abierta al comedor.

Ahora, el recibidor dispone de un gran armario en L donde guardar chaquetas, zapatos y esos elementos del día a día que se guardan nada más entrar a casa. "Además, un banco suspendido para sentarte y descalzarte con comodidad, y un mueble recibidor hecho a medida según entras a mano izquierda que, además de servir como almacenaje extra (allí se guardan medicamentos, la vajilla que se usa puntualmente, botellero…) se diseñó con una hornacina panorámica para usarse de vacía bolsillos", detallan desde Quefalamaria.

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Habitación principal con baño en 'suite'

El dormitorio principal dispone de una cama de matrimonio, y un cabecero hecho a medida con palillería de roble sobre fondo negro. Los apliques Scantling de Marset son el punto que combina a juego con el cabecero, y para la decoración del resto del espacio se decidió optar por tonos más suavizados y relajados. En el mismo dormitorio se encuentran hasta tres armarios y una cómoda, que configuran la zona del vestidor.

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Antes y después de un rincón del dormitorio

Esta comparativa en imagen muestra cómo era antes el mismo rincón del dormitorio principal que cuenta con una entrada de luz en esquina. Se incorpora una cómoda de diseño sencillo como accesorio a la zona de vestidor con armarios.

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Zona de vestidor de paso al baño

En la entrada al dormitorio hay un armario con puertas en blanco y el resto, en este espacio de vestidor, se han instalado puertas en cristal gris fumé y perfilería en negro.

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El nuevo cuarto de baño integrado en el dormitorio principal

Así es como luce el baño ahora tras la reforma integral. "El baño quiso ser una continuación del dormitorio, por eso buscamos una pieza porcelánica imitación madera para el suelo, de Porcelanosa. Las paredes son de microcemento excepto en la ducha, que lo revestimos con una pieza cerámica rectangular al tono. El mueble de lavabo lo hicimos a medida y centramos en él un lavabo de Bathco imitación piedra. A destacar el detalle de la grifería saliendo del mueble, con el monomando independizado", aportan desde Quefalamaria. La zona de ducha también se diferencia por un cambio de altura en techo en el que se ha instalado iluminación indirecta para ocasiones en que se prefiera menos intensidad de luz en el baño. Dentro de la ducha, en un lateral, dos hornacinas de obra dentro de la misma, una para cada integrante de la pareja.

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El baño antes de la reforma

Merece la pena ver el estado en el que se encontraba el baño antes de iniciar el proceso de transformación total en este antes y después.

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Habitación infantil

"Se buscaba ubicar una cama individual nido, armario suficiente para cuando creciera el niño y un escritorio ya de adultos. Todo se ha realizado según un diseño a medida, realizado por Landa Ebanistería. Como van a ser muebles que se utilicen y valgan para todo su crecimiento, optamos por hacerlos en blanco y añadir únicamente el tirador en madera como detalle", explica la diseñadora de interiores.

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El cuarto infantil de la niña

Tanto la habitación del niño como la de la niña tienen los mismos elementos y concepción; pero cambian las tonalidades y detalles para personalizar cada uno de los ambientes. Ambos tienen un escritorio con baldas laterales donde ahora se han llenado de juegos, pero en un tiempo se espera que les sirva de apoyo a sus clases y trabajos. La habitación del niño se pintó en tonos grises y se le puso un papel en cuadrícula como detalle en la pared del escritorio; y la de la niña cuenta con un zócalo alto (dos tercios de la pared) pintado en rosa empolvado. La lámpara decorativa de techo, en forma de pétalos, aporta mucha personalidad y dulzura al espacio.

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Baño con bañera y ducha

Este es el baño que usan principalmente los hijos de la pareja, por eso dispone de mueble de lavabo con dos senos, inodoro y bidet, ¡pero también de ducha y bañera! Se revistió con materiales XXL de Inalco. Son piezas de 120 x 240 cm de alto. El resto de los muebles se hicieron a medida. Destaca nuevamente el juego de luces que realza los materiales y su formato.